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La semana pasada se conoció el fin de la teleserie del 5 del Mayo. “Canelo” Álvarez, con 6 meses de suspensión retroactiva y autorizado para volver en la lucrativa fecha de septiembre en el mercado mexicano, muy contento con su operación de rodilla y, por supuesto, todo el mundo en Golden Boy rebosantes de felicidad. En el equipo de “GGG” en cambio todo era caos, sin pelea y sin ingresos, buscando rivales que pudiesen sonar amenazantes, surgieron entre los postulantes los nombres de “bigote” O´Sullivan, o el de Mungia, un “peligroso” prospecto superwelter que no ha ido más allá de la escena local de México, o Yamaguchi Falcao, otro “poderoso” rival, pero ninguno de los nombres importantes de los pesos medios, categoría a la que por cierto pertenece Golovkin, todos los cuales estaban con peleas previas pactadas.

Así, desde las sombras surge Vanes Martirosyan 36-3-1, un peleador súper welter que no combate desde ¡mayo de 2016!, por lo tanto, al momento de subir al ring contra el mejor peso medio del mundo, va cumplir dos años sin actividad. En sus últimas peleas de renombre, perdió contra Erislandy Lara, por puntos y luego de ser sancionado con descuentos por reiterados golpes bajos, así mismo perdió con Jermell Charlo por puntos. Es un boxeador, sin velocidad, sin potencia y con rudimentos defensivos limitados. Sí tiene bastante más experiencia que Mungia o Falcao, pero ni siquiera pertenece a la categoría de peso medio.

Hasta el día de hoy es un misterio por qué no se buscó a Demetrius Andrade o Sergey Derevyachenko. Es cierto que ningún boxeador serio buscaría una pelea con Golovkin con dos semanas de preparación, lo que es a todas luces una tarea suicida. Así las cosas, a Golovkin le queda hacer una pelea rápida, y ver la posibilidad de un combate para el verano del hemisferio norte con Billy Joe Saunders, siempre y cuándo, éste no se lesione de manera misteriosa como suele hacerlo siempre que se menciona a “GGG”. Ahora el futuro parece ser la derrota relámpago de este rival de dudosa jerarquía que ni siquiera pertenece a la categoría de peso medio, y una nueva negociación para la revancha entre Canelo y Golovkin, con Abel Sánchez comiendo más carne que nunca.