La victoria de José Luis “Pancora” Velásquez la noche de este sábado fue especial por varios motivos. El primero, consiguió dicho triunfo en un país donde siempre cuesta mucho para los boxeadores nacionales como los Estados Unidos y la segunda razón es que en gran parte del país esta pelea se vivió en toque de queda.
Hago este paralelo porque el boxeo José “Pancora” Velásquez tiene mucho de la actitud que ha demostrado esta semana el pueblo chileno “no hay nada que perder” y así se plantó el quellonino ante el nicaragüense Melvin López, “no hay nada que perder”.
“No hay nada que perder”, pese a la diferencia de edad (López tiene 21 y Pancora 30), “no hay nada que perder” pese a la estatura (López es 11 centimetros más alto que el chileno), “no hay nada que perder”, pese a ser un boxeador zurdo, “nada que perder”, pese a que el favorito y protegido de los organizadores era el nicaragüense. Pese a todos esos factores en contra, Velásquez fue al frente como siempre porque para él y para todos hoy “no hay nada que perder”.
Por eso no extraño que desde el primer asalto Velásquez fuese al frente como nos tiene acostumbrado, ya sabemos de sus licencias en defensa y que siempre ha compensado con esa pegada privilegiada y que es la mejor, actualmente, del boxeo nacional, pero dicho ímpetu lo puso en peligro y trastabilló luego de recibir un potente golpe de López.
Daba para pensar lo peor, pero lejos de amilanarse o buscar una nueva estrategia, Pancora siguió adelante, total, no hay nada que perder y fue en busca de nuevo de López hasta que lo conectó y ahí la pelea se volvió pareja y emocionante.
Contrario a lo que uno podría pensar, López, lejos de utilizar su mejor alcance para tratar de mantener a distancia a Pancora, se fue al frente también y cayó en la trampa del chileno que, como sabemos todos, en una pelea corta tiene grandes posibilidades de llevarse la victoria.
Mención aparte la excelente preparación física de Pancora Velásquez, Melvin López buscó constantemente las partes medias del chileno, pero pese a recibir varios impactos, la intensidad y la potencia de los golpes del quellonino no bajaron y fueron fundamentales para llevarse la victoria.
La misma que llegó en el noveno asalto, cuando el chileno aprovechó que el nicaragüense estaba fundido para darle una serie de golpes en la cabeza que terminaron por derribarlo. Logró ponerse de pie, pero estaba en otro mundo, bastó solo un golpe más para que el árbitro parara el combate y decretara la victoria para el chileno, la más importante de su carrera.
Una victoria consagratoria para José “Pancora” Velásquez que conquista uno de los cinturones más importantes que ha logrado el boxeo nacional como el Internacional de la OMB y se confirma como el mejor boxeador chileno de la actualidad.
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