Fabio Wardley (21-0-1, 16 KOs) volvió a demostrar que el corazón puede superar a la técnica. Ante 20,000 fanáticos en Portman Road, el ídolo local protagonizó una de las resurreciones más dramáticas del año al noquear al australiano Justis Huni (9-1, 5 KOs) en el décimo round, pese a llevar casi todo el combate dominado.
“¿Se divirtieron? ¿Quedaron entretenidos?”, preguntó Wardley en la conferencia post-pelea, su rostro aún marcado por la batalla. El británico reconoció su inferioridad técnica frente a Huni —ex estrella amateur con más experiencia— pero destacó: “Aprendo sobre la marcha. Así fue con Frazer Clarke y así será ahora”.
🩸 La victoria llega tras otro combate que dejó preocupaciones. En 2024, su primera pelea contra Clarke terminó en empate técnico tras 12 rounds sangrientos que Wardley admitió “quitarle años de vida”. Siete meses después, lo noqueó en un round.
👶 Con su pareja embarazada y su madre en las gradas —quien ya le había reprochado los golpes recibidos ante Clarke—, el campeón de 29 años reflexionó: “No quiero seguir desgastándome así. Quizá tengo un tornillo suelto, porque amo esto: la emoción, la adrenalina… pero debo proteger más mi salud”.
🏆 Pese a todo, Wardley celebra su improbable viaje: desde empezar en el boxeo hace nueve años hasta llenar el estadio de su equipo de fútbol favorito. “Nunca imaginé llegar aquí”, confesó. Ahora, como campeón interino WBA, deberá equilibrar su estilo guerrero con la longevidad en la peligrosa división pesada.
⚠️ La advertencia queda clara: incluso para los más resistentes, el boxeo cobra factura. Wardley promete aprender, pero su esencia de luchador sigue intacta. Los fanáticos lo aman por eso, aunque su familia prefiera noches menos dramáticas.