La Comisión Atlética del Estado de California (CSAC) decidió postergar su votación sobre las modificaciones a la Professional Boxing Safety Act de 1996, luego de que en una audiencia pública todas las intervenciones se manifestaran en contra de los cambios vinculados al Muhammad Ali American Boxing Revival Act.
📢 Más de 50 personas participaron en la sesión, con 15 oradores que coincidieron en rechazar las enmiendas. “Este es el mayor nivel de retroalimentación que hemos recibido en una reunión de la comisión”, reconoció uno de los comisionados, tras escuchar las objeciones.
⚖️ El debate surgió luego de que en julio los congresistas Brian Jack y Sharice Davids presentaran la propuesta de ley, impulsada además por el nuevo grupo TKO y con apoyo del empresario saudí Turki Alalshikh. Los críticos advierten que las reformas abrirían la puerta a un sistema de monopolio similar al de la UFC, con contratos restrictivos y un control total de las carreras de los púgiles.
🥊 Abogados, periodistas, expeleadores de MMA y entrenadores coincidieron en que la normativa vigente protege a los boxeadores frente a abusos y conflictos de interés. El canadiense Erik Magraken advirtió que California estaría avalando “contratos coercitivos” y que, bajo el modelo UBO, los promotores podrían congelar carreras y afectar financieramente a los atletas.
💰 Algunos llamaron la atención sobre mejoras aparentes, como un pago mínimo de 150 dólares por asalto y mayores exigencias en controles antidopaje, pero lo calificaron como “maquillaje” que oculta un riesgo mayor: que una sola organización controle el boxeo profesional.
🛡️ La entrenadora y mánager Rachel Donaire, esposa del excampeón Nonito Donaire, fue categórica: “El Muhammad Ali Act es sagrado. Es la ley que garantiza transparencia y protege los derechos de los boxeadores. El modelo UBO es basura. Uno quita poder a los peleadores; el otro los protege”.
📅 Tras la audiencia, la CSAC anunció que formará un subcomité para recopilar más información y que recién en diciembre emitirá una recomendación definitiva. Mientras tanto, el futuro de la reforma a la Ley de Seguridad del Boxeo seguirá en suspenso bajo la presión de la comunidad boxística y de sus defensores.