Tuvieron que pasar casi 60 años para que la figura de Johann Trollmann fuera reconocida. La Federación Alemana de Boxeo reconoció su título en 2003 y a sus descendientes les fue entregado el cinturón de campeón. Además, en la ciudad de Hannover hay una calle con su nombre y en Hamburgo, frente a lo que fue el gimnasio donde ganó algunas de sus más memorables peleas, hay una placa que lo recuerda.