El promotor del púgil puertorriqueño Prichard Colón señaló que los médicos también habían descontinuado durante el fin de semana el monitoreo de la presión en el cerebro del peleador, lo que sus familiares tomaron como otra buena señal en su recuperación.

Lou DiBella, promotor del boricua que cayó en coma posterior a su combate del 17 de octubre en Virginia, fue entrevistado por el escritor y columnista especializado en boxeo de ESPN, Dan Rafael, y le aseguró a este que ha mantenido comunicación diaria con la familia Colón.

“Él ya no necesita de un ventilador, y los doctores le removieron los monitores de presión en el cerebro, lo que es una muy buena señal”, le dijo DiBella a ESPN. “Físicamente, de acuerdo a la familia, Prichard luce un 1,000 por ciento mejor de como estuvo, y está mostrando señales de movimiento en sus extremidades. Pero no ha salido de la coma. No ha despertado. Pero dicho eso, la familia está aun más optimista y esperanzada de lo que estuvo antes. Los doctores creen que la recuperación de Prichard es tan buena como se pudiera esperar en este punto”.

Durante el fin de semana trascendió por información de la propia familia del púgil, que ya se le había retirado el ventilador, por lo que Prichard estaba respirando por su propia cuenta. La decisión de los médicos se dio tan solo días después de que a Prichard se le redujera por completo la sedación.

Colón, de 23 años, cayó a récord de 16-1 con 13 nocauts después del revés sufrido por descalificación en su combate del 17 de octubre ante Terrel Willliams (15-0, 12 KO). El resultado de la pelea se produjo cuando la esquina le retiró los guantes al puertorriqueño al culminar el noveno asalto. Ha trascendido que la acción de la esquina se debió a una aparente confusión, ya que según se alega pensaron que el pleito había concluido.

En efecto, cuando se observa la repetición de la pelea, se puede ver al entrenador Pedro Luis Díaz Benítez intentando colocarle de nuevo los guantes tras la advertencia hecha por el árbitro Joe Cooper, quien sin embargo procedió a descalificar a Prichard porque no se le colocaron los guantes a tiempo.

Pero al margen de ese suceso, lo que colocó a Prichard en el precario estado en que se encuentra desde entonces, fue el constante castigo que recibió en la parte posterior de su cabeza, a pesar de los reclamos que le hizo en todo momento al árbitro Cooper, por los golpes ilegales de Williams.

Según publicó ESPN citando a DiBella, los médicos removieron los sensores de presión de Prichard porque piensan que la presión en su cerebro “ha sido reducida lo suficiente por lo que ya no es una amenaza a su vida”, a pesar de que permanece en coma.