La década de los 80, se le llama a menudo la época dorada del boxeo mundial. La época donde vivieron los 4 reyes, pero es aun mas recordada por una batalla que se libró hace exactamente 36 años en el Estadio Olímpico de Montreal, en ese lejano 20 de Junio de 1980.

Leonard venia de ejecutar una campaña totalmente perfecta desde que saltó al profesionalismo. Venció a hombres como Armando Muñoz, Floyd Mayweather sr, Andy Price, Pete Ranzany, Randy Shields, Marcos Geraldo. A su vez había sido medalla de oro en los últimos juegos olímpicos celebrados coincidentemente en la ciudad de Montreal en Canada. Leonard llegó a la cima cuando derrotó al entonces invicto Wilfredo Benitez. Leonard era en ese entonces el “Niño Bonito” del boxeo. Era la estrella mas cotizada, la gran razón por la que el peso welter logró incluso superar a los entonces pesos pesados que normalmente eran los que mas atención acarreaban para los aficionados del boxeo. Con esta aureola de hombre de triunfo llegó a la pelea contra Roberto Duran, tras haber efectuado su primera defensa contra el ingles Dave “Boy” Green, noqueandolo de manera impresionante en el 4 round.
Por otro lado, el panamaño apodado “Mano de Piedra”, venía haciendo una campaña totalmente impresionante en los pesos ligeros. Luego de vencer por segunda vez al único boxeador en ese entonces que lo había derrotado Esteban De Jesus. 2 años y medio tuvieron que pasar, donde Roberto al subir de división de manera directa al peso welter, derrotó a 8 boxeadores para poder medirse al invencible Sugar Ray Leonard (llegaba a esta pelea con 71 victorias y solo 1 derrota).
Sonaba la campana y el Estadio Olímpico de Montreal caía en un Silencio de mortal. Leonard y Duran, uno frente al otro, se miraban tensos tratando de adivinar que haría el otro para intentar golpear. El instinto asesino de Duran lo llevó a presionar y ser el boxeador mas agresivo en la pelea, no dejaría que Leonard controlara la pelea. Para el segundo asalto, Durán logra conectar con una izquierda a la mandíbula a Leonard que lo hace trastabillar de manera aparatosa contra las cuerdas, desde aquel mismo momento todo el mundo se dio cuenta, que Leonard tendría una noche difícil y que el panameño venía a dar batalla.

En el round 15 Durán aprovechó la euforia del público para hacer su show. Le mostró la mandíbula a Leonard y se la ofrecía en señal de superioridad. Bajó las manos y esquivó una seguidilla de golpes de Sugar Ray que se perdieron en el vacío. La campana final sorprendió a Durán inspirado en su Show para el público. El panameño se sentía ganador. Una euforia incontenible parecía invadirlo. Rechazó de un manotón el saludo amistoso de Leonard y se acercó a las cuerdas para insultar a algunas personas del público que, aparentemente, lo insultaban. Don King subió y abrazó a Durán muy sonreído. Esto fue tomado por algunos como una demostración de que las cosas estaban preparadas para el panameño.

 

Este triunfo proyectó al peleador panameño a las alturas de la historia del boxeo. Leonard conservó su dignidad, por su valentía mostrada. Lo que pasó después, es harto conocido. Lo cierto es que, a 36 años de aquella bárbara pelea, el boxeo la sigue recordando como un hito en la historia del rudo deporte. Esta pelea es para muchos la gran razón por la que Mano de Piedra duran es considerado por muchos como el mejor boxeador latino de todos los tiempos.