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Lamont Peterson tuvo una noche brava, pero salió adelante en el Cintas Center de Cincinnati, Ohio, ante un duro ruso David Avanesyan, a quien destronó para convertirse en el nuevo monarca de peso Welter de la Asociación Mundial de Boxeo.

Peterson, quien lució no sólo con sus golpes en el ring sino también por un pantalón corto que hizo recordar tiempos pasados en el deporte de los puños, se llevó tarjetas de 116-112, 116-112 y 115-113 para conseguir una decisión unánime a su favor y su cuarto campeonato del mundo en dos diferentes divisiones, tras ostentar tres cetros en la división inmediata inferior, el peso Superligero.

Con gran determinación, Peterson fue imponiéndose a un Avanesyan que tenía buenas combinaciones, pero que fue castigado con fuertes golpes del estadounidense, principalmente a las zonas blandas, lo que evitó que el ruso creciera cada que conectaba de dos o tres en cada combinación.

Lamont fue mejor en el terreno corto y prácticamente no dejó que el ruso hiciera su boxeo.

El estadounidense evadió primero muchos de los impactos del entonces campeón del mundo y luego no dejó golpe sin respuesta, tirando, quizá en menor dimensión, pero con mayor fortaleza, lo que provocó que el rostro de Avanesyan terminara más lastimado.

El ruso nunca claudicó y cuando se sintió abajo, fue cuando más apretó a su enemigo, quien, obligado por las circunstancias, no dio un paso atrás para no dejar que su rival remontara en las tarjetas.

Peterson mejoró su marca profesional a 35-3-1 con 17 nocauts y, además de quitarle el campeonato Welter de la AMB a Avanesyan, también evitó que mejorara su racha de 22 peleas sin conocer la derrota, dejándolo en 22-2-1 y 11 nocauts.