Este sábado combaten Deontay Wilder vs Luis Ortiz, Andre Dirrell vs Jose Uzcategui, recordaremos siempre este último combate, por la delictual agresión del second de Dirrell quien perdió luego de ser descalificado por la criminal actuación de su esquina.

Esta será la previa a un combate esperado dentro de los círculos boxeriles, en los cuales hace buen rato se espera ver a Deontay Wilder contra algún boxeador que le represente oposición coherente, luego de sus pésimos combates contra los gordos Arreola y Stiverne, sumado a que recientemente se ha hecho conocido por declarar abiertamente que vencería sin dificultad al mejor Mike Tyson en su versión 1986. Wilder es a menudo criticado por sus habilidades, su nivel de oposición y popularidad. Quizás esto se deba a que el primer campeón estadounidense de peso pesado en el siglo XXI y los últimos campeones estadounidenses de peso pesado que el público recuerda son probablemente Riddick Bowe y Evander Holyfield, y como tal, se los compara con ellos en términos de habilidad y notoriedad. Lo que no se menciona a menudo, sin embargo, es el paisaje en el que Wilder se convirtió en profesional en 2008, era una escena de peso pesado estadounidense poblada por Chris Arreola, Travis Walker y Stiverne. Con un porcentaje de ko realmente alto 39-0-0/38Ko, parece ser el principal noqueador a nivel mundial, sin embargo, la calidad de sus rivales constantemente deja mucho que desear, junto con sus extrañas habilidades boxeriles, las cuales parecen más propias de una pelea callejera que de un campeón mundial. Así y todo, Wilder cumple, y también ha intentado tener combates de nivel, como cuando viajo en 2016 a Moscú a combatir con Povetkin quien presento doping positivo, y se canceló la pelea, la misma historia sucedió a fines de 2017 cuando iba a pelear originalmente con Luis “King Kong” Ortiz, pelea que derivo en el peor rival posible, Stiverne quien solo sirvió para dar más dudas de su calidad como pugilista.

En la otra esquina está el cubano Ortiz, quien sostiene un buen record, de 28-0-0 con 24 victorias por la vía rápida, si bien sus rivales son también discutibles y así mismo ya ha estado castigado por doping en varias ocasiones, tiene buena pegada y posee una base sólida de boxeo, lo que podría complicar las cosas para Wilder, pero a pesar de estas ventajas como su técnica y poder, tiene 38 años, y este podría ser un factor determinante ante Wilder de 32, quien es favorito y tiene mayor alcance y boxeo muy irregular que puede sorprender al más preparado, sumado a la derecha más devastadora de los pesos pesados. Claramente las apuestas están a favor del norteamericano, quien ya predice un ko al primer asalto y por otra parte Ortiz, dice que tiene demasiada experiencia para caer ante Wilder. Sera un combate interesante en la categoría de los pesados con miras al segundo semestre, ya que el 31 de marzo vuelve Anthony Joshua contra Joseph Parker por una pelea unificatoria de los títulos FIB, WBA, IBO y WBO. Sin duda estos sendos combates podrían ser una fase preliminar a un esperado choque entre el norteamericano Deontay Wilder y Anthony Joshua. A no ser que King Kong diga lo contrario.