Un triunfo con sabor amargo fue el que vivió el púgil chileno, Cristián Olivares (8-0-0), quien derrotó al venezolano Felipe Lares (9-6-1) en combate válido por el título super liviano sudamericano plata del Consejo Mundial de Boxeo que hasta hace un par de semanas pertenecía a Ramón Mascareña.

Pero para entender lo que ocurrió anoche hay que poner las cosas en contexto. Esta pelea originalmente sería una defensa del ahora excampeón Ramón Mascareña, quien luego de su polémica separación del Team Charly Boxing dejó el título vacante al negarse a realizar la pelea.

Esta situación obligó a buscar un sustituto a menos de dos semanas del combate y se encontró rápido. Cristián Olivares asumía el desafío de realizar un combate con dos días de preparación y en una categoría que le era ajena.

Por eso lo ocurrido anoche en la Casa del Deportista de Iquique no es responsabilidad de Olivares, quien además tuvo que enfrentar durante las últimas semanas diversos asuntos personales que probablemente ocuparon más su atención que este combate que no le correspondía.

Y eso se notó arriba del ring, el chileno realizó su peor presentación desde que regresara al boxeo en el año 2017, mostrándose lento, predecible, sin variedad de golpes y una defensa que hizo aguas a medida que pasaban los rounds.

El venezolano no vino a pasear y eso se notó. Si bien Felipe Larez posee un boxeo muy rústico y básico, su potencia y volumen de golpes no le dio descanso en ningún momento al chileno que trataba con una serie de volados (muchos de los cuales terminaban golpeando el aire) sacarse de encima al impetuoso caribeño.

El boxeo rústico del venezolano llevó a que incurriera en una serie de penalidades, principalmente golpes en la zona de la nuca, los cuales fueron advertidos por el árbitro quien, con un exceso de celo, descontó puntos al venezolano los que permitieron emparejar un combate muy desigual.

Pero aún así la pelea parecía irse para el venezolano, hasta que los jueces Humberto Cappona (96-92), Orlando Carvajal (96-92) y Alfredo Ramos (95-93) le otorgaron la victoria a Olivares para convertirse en nuevo campeón sudamericano plata del CMB.

Una deslucida victoria que preocupa en varios sentidos. Algunos de ellos, el nivel con el cual Olivares enfrentará su principal desafío del año, la disputa del título liviano de Chile ante Patricio Carrión y el discutible criterio de algunos jueces de nuestro boxeo profesional.

Ojalá que lo vivido anoche permita reflexionar respecto de varios aspectos de nuestro pugilismo y sobre todo, respecto de que a veces más importante que ganar, es la forma en la que se gana.

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