Aquella velada en el Araneta Coliseum —renombrado temporalmente Philippine Coliseum— fue el capítulo final de una rivalidad profunda y personal que se había iniciado años antes y que ya había ofrecido al público dos épicas citas previas.
Aquella velada en el Araneta Coliseum —renombrado temporalmente Philippine Coliseum— fue el capítulo final de una rivalidad profunda y personal que se había iniciado años antes y que ya había ofrecido al público dos épicas citas previas.
La que pintaba para ser la pelea definitiva de la década del noventa terminó en polémica y con un recuerdo amargo entre los fanáticos del boxeo. Hasta el día de hoy el público está dividido respecto de si fue un justo ganador "Tito" Trinidad.