Sebastián ‘El Lobo’ Fontanilla y su revancha pendiente con el destino: “Quiero una oportunidad en las grandes ligas”

Esteban SilvaEntrevistas3 hours ago31 Views

🥊 El actual campeón chileno de peso superwélter no olvida sus raíces ni su primera caída. Desde Valdivia, y bajo el exigente entrenamiento del Charly Boxing Team en Iquique, Fontanilla combina sacrificio, humildad y ambición, proyectando su carrera hacia desafíos internacionales.

💬 Con 29 años y un récord profesional de 8 victorias, 2 derrotas y 1 empate, Sebastián “El Lobo” Fontanilla vive su mejor momento boxístico. Oriundo de Valdivia, el púgil entrena en el norte junto al histórico Charly Boxing Team, donde prepara cada combate con disciplina y foco. Tras conquistar el título nacional superwélter frente a Rodrigo Sepúlveda, el boxeador reflexiona sobre su recorrido, los sacrificios personales y la posibilidad de una revancha ante Matías Vargas, su primer verdugo.

📰 Boxeadores.cl conversó en exclusiva con el campeón nacional.


¿Qué significa este cinturón para ti, más allá del reconocimiento formal?

🏆 Fue mucha satisfacción. Por todo lo que he vivido en el mundo del boxeo, por todas las caras, las monedas que he visto, como las derrotas, el empate, las victorias, las victorias por knockout, y todas las preparaciones que he realizado para cada uno de mis combates.

Porque, bueno, yo soy oriundo de Valdivia, y siempre cuando me toca competir me voy un mes a Iquique, en donde me alejo de toda mi familia, mis hijos, mi mujer, mi trabajo, las fiestas. Muchas veces he pasado cumpleaños, cumpleaños de mi hijo. El 18 de septiembre me tocó ahora pasar en Iquique, sin ningún familiar, sin ningún ser querido, sino que entrenando con mi equipo y haciendo la vida de un profesional. Igual son sacrificios significativos que en verdad duelen; duele el corazón, duele la mente. Entonces, la vez que me entregaron el título, más allá de ser campeón, me sentí sumamente feliz y emocionado con mi persona.

Pero ustedes saben que un boxeador no puede vivir solamente del boxeo, sino que tiene que generar mayor ingreso y todas esas otras cosas. Entonces, en ese rol, mi familia cumple un rol fundamental para que yo haya podido pasar todo lo que estoy pasando ahora, que fue haber salido campeón nacional, porque alejarse un mes de la casa es difícil. Y mi equipo, obviamente, también. Ellos sacan lo mejor de mí y yo siempre se los agradezco, porque no había visto un equipo tan bueno que esté mañana y tarde dedicándote sus horas, porque ellos, al igual que uno, también se cansa. Por eso yo digo que el triunfo es de todo el equipo; todos nos rompimos el lomo.


Tus inicios en el boxeo…

🥋 Yo comencé en la disciplina de contacto a los 15 años, en el kickboxing, y en esta disciplina estuve mucho tiempo a nivel amateur. Hice más de 60 combates, tuve buenos logros y buenos reconocimientos; podía pelear fuera del país. También tuve la posibilidad de combatir de forma profesional lo que es kickboxing, y me gustó bastante.

Posterior a eso, comencé mi carrera como boxeador. Recuerdo haber hecho cinco combates amateurs de boxeo. Ya tenía mucha experiencia de kickboxing, y de los cinco combates amateur, nos lanzamos al profesionalismo, al tiro. Y bueno, cuando fui profesional, en mi debut, me noquearon en el primer round. Fue un gran rival también. De verdad, considero que él (Matías Vargas) es un tremendo deportista, muy buen deportista. Y lo logró. Yo me acuerdo haberle rajado el ojo en el primer round, me fui encima como un loco y me noqueó.

Y ya bueno, una vez dado eso, no me eché a morir, no me desgané ni mucho menos, sino que sabía que son cosas del combate. A las finales pierde el que no sigue. Entonces seguí entrenando, seguí buscando mejorar mis errores, fortalecer mis virtudes, y seguí con mi carrera deportiva, a pesar de todo.

Y ya con eso, después de dos peleas de haber estado trabajando con otra promotora, comencé a trabajar con mi equipo CBT (Charly Boxing Team), donde igual me aterrizaron. Empecé a entrenar harto, haciendo mis campamentos allá (Iquique), de un mes generalmente, y entrenamientos cada vez antes de un combate.
Cuando estaba número uno en el ranking nacional, ya me estaba picando el bichito y quería puro optar al título nacional. Y nunca se daba la posibilidad, porque siempre faltaban chicos que cumplan con los requisitos, las peleas que te exigen para poder disputar el título. Entonces, cuando se dio la oportunidad con Rodrigo Sepúlveda, que fue alguien con quien ya había combatido anteriormente, sabía que iba a ser un combate durísimo, fuerte, frente a uno de los mejores de la categoría; no por nada era el número n°2. Él también ha enfrentado a grandes rivales y ha dominado excelente. De hecho, conmigo empató. Entonces, se veía que iba a ser un combate difícil.

¿Te gustaría llegar a defender el título de Chile ante Vargas? ¿Lo tomarías, quizás, como una revancha?

🔥 Esa derrota (con Vargas) fue sumamente dolorosa. Me enseñó mucho en lo personal, en lo deportivo y en lo táctico, porque fue mi debut. Fue en mi ciudad de Valdivia, delante de toda mi gente, y fue súper doloroso. Matías Vargas es una excelente persona, nada que decir de él; súper humilde, me cae muy bien, pero las cosas del boxeo son totalmente distintas. Yo debo reconocer que, posterior a esa derrota, quería enfrentarlo al tiro, porque soy sumamente competitivo. Igual el equipo te pone los paños fríos, te dicen “espera un poco”.

Matías Vargas tuvo un retiro y no lo vi pelear como en un año, o un poquito más sin pelear, entonces igual lo estuve buscando y no voy a mentir que nunca me he cerrado esa posibilidad, porque es algo que personalmente me gustaría poder hacer. Si el día de mañana me toca enfrentar a él, yo encantado, porque vengo buscando esta revancha de tiempo.  Pero tampoco es algo que me quita la calma. Yo confío plenamente en el trabajo de mi equipo y, si ellos están de acuerdo y quieren que lo enfrentemos, lo vamos a enfrentar.

Es un tema más que nada competitivo, pero no se ha dado. Yo sé que ya él volvió y está en mi categoría y aquí estamos esperando el desafío, siempre.


Eres oriundo de Valdivia, pero perteneces al Charly Boxing Team, que es un equipo de una historia familiar tremenda entorno al boxeo en el norte de Chile, en la región de Tarapacá. ¿Qué significa para ti formar parte de esa tradición?

🚀 Cuando conocí al profe Charly, a su familia y a su equipo, yo ya tenía dos combates profesionales de boxeo, me había quedado sin promotor y no sabía la verdad qué hacer.  Empecé a averiguar y apareció el equipo Charly Boxing Team; el profe Charly. Empecé a investigar sobre su carrera, sus trayectorias, sus boxeadores, y la verdad es que quedé fascinado, porque tienen a grandes boxeadores profesionales firmados y se caracterizan por ser buenos, por tener una muy buena trayectoria.

Más allá de eso, cuando viajé a Iquique por primera vez me di cuenta de toda la tradición que la familia tiene del boxeo. Es tremenda, desde el abuelo, el padre, que fue profesional en el boxeo. Además, la ciudad de Iquique se caracteriza por todos los boxeadores que ha tenido y hay que estar ahí para entender el boxeo iquiqueño. Considero que ha sido uno de los mejores boxeos que he visto, por su estilo y por cómo lo viven. Se siente mucho el boxeo ahí, a toda la gente le gusta el boxeo y cómo aprecian también a los peleadores.

Y mis profesores, mis entrenadores que están ahí, Charly Villarroel, Zaddy Cuevas, Luis Vázquez, están constantemente presionando y sacando lo mejor de uno. Ellos quieren que uno gane; quieren que su boxeador gane.


Me imagino que esas preparaciones, cuando te vas a Iquique a estos campamentos de un mes, sacrificando todo, dejando todo de lado, son intensos. ¿Cómo te preparan ahí? ¿Cuál es la rutina diaria?

🏋️‍♂️ Son sumamente intensos. Yo hago acá en Valdivia una pretemporada para llegar más o menos fuerte, pero créanme que es intenso, porque es tener a los tres profes encima en la mañana y en la tarde. Y en caso de que no pueda ir uno, van dos profes o un profe, pero siempre están ahí, siempre.

Es una presión constantemente, buscando siempre tus debilidades para poder fortalecerlas. No hay minutos para titubear en el saco, no hay minutos para titubear en la cuerda. Siempre tienes que estar trabajando fuerte, rápido, y la verdad es que eso es bueno, es bueno tener a gente que te presione, que quiera sacar lo mejor de ti, siempre. Y hasta se enojan si es que te ven un poquito lento, descansado o un poco cansado. Siempre están trabajando desde la mente y —claro— el boxeo es un deporte fuerte, tanto como física como mentalmente, porque antes de subirse al ring hay que estar fuerte y los profes se caracterizan por hacer una muy buena preparación en ese sentido.

He tenido la posibilidad de trabajar con distintos profes a lo largo de mi trayectoria como deportista. Yo llevo 15 años ya en el mundo del deporte de contacto, que igual no es menor. En el boxeo llevo 3 años aproximadamente, en lo que es boxeo profesional, pero a lo largo de todos mis entrenamiento y preparaciones creo que llegué a un equipo sumamente bueno, sumamente profesional y creo que sus resultados hablan por sí solos. Y, si bien logramos el título nacional, me faltan años luz por seguir mejorando y alcanzar lo que quiero y sé que con ellos lo voy a lograr, porque no se quedan con esta victoria nomás; ya están pensando en otras cosas para poder seguir potenciándome a mí como deportista.


¿Cuál es tu máximo referente en el boxeo, ya sea nacional o internacional?

🧠 Me gusta mucho Canelo Álvarez. Me gusta mucho su técnica, su estilo de combate.

Ahora todos lo criticaron porque estaba muy tranquilo, muy para adelante, pero igual, más allá de eso, y aunque no lo conozco en persona, lo que destaco de él por lo que refleja. Encuentro que es sumamente humilde y creo que la humildad en este deporte es súper importante. Humilde, pero nunca débil. Nunca mostrar debilidad; tampoco por ser humilde te vas a dejar pasar a llevar.

Yo siempre me trato de demostrar fuerte en todo minuto, pero trato de no hacer cosas tan engreídas tampoco; siempre con los pies en la tierra y con humildad, porque creo que la humildad es lo que te lleva a mejores lugares, como —por ejemplo— admitir una derrota, un empate, una victoria o admitir cuando esa victoria no es tuya.
Entonces, yo me identifico mucho con eso que refleja Canelo Álvarez. Él refleja ser una persona humilde, pero no es débil; es fuerte. Eso me inspira. En el pesaje (para la pelea contra Sepúlveda) traté de darle un poquito de “corte Canelo Álvarez”.


¿A qué te dedicas en tus tiempos libres, cuando los tienes? ¿Algún pasatiempo?

🏠 Yo soy asistente social de profesión. Igual pude ejercer mi labor durante tres años —aproximadamente— en un hogar de menores. Pero cuando me tocó ser profesional en el boxeo, preferí dejar mi trabajo para cumplir un sueño y dedicarme 100% al mundo profesional, porque la misma palabra lo dice: profesional. Tienes que estar entrenando en la mañana, en la tarde, descansando, comiendo bien, etc.

Acá, en Valdivia, no es mucho el tiempo que tengo, porque yo, además de todo mi entrenamiento, tengo que hacer mis clases; hago clases de boxeo y kickboxing en mi club deportivo que yo formé acá, que es Wolf Team Valdivia. Ese es mi club deportivo donde tengo a todos mis alumnos; hago clases recreativas, hago personalizados.

También, en ocasiones, hago peritajes sociales que es algo más relacionado con mi trabajo.

Y en el poco tiempo que me queda, obviamente, soy un padre de familia presente, voy a dejar a mis niños al colegio, al jardín, los voy a buscar. Y así se me va el día entre hacer clases, entrenar, y mis hijos. No tengo tiempo para jugar a la pelota, por ejemplo. No, es lo justo y lo preciso, si ando corriendo todo el día.

¿Cuál es tu próximo desafío o meta?

🎯 No quiero adelantar fechas ni mucho menos, porque no hemos concretado nada, pero quiero poder estar peleando en febrero acá, en Valdivia. Quiero que sea en mi ciudad natal, donde ya van más de dos años sin pelear. He podido conseguir grandes triunfos fuera de la ciudad, pero me gustaría poder traer mi boxeo acá, a Valdivia. Ahora, no sé si será una pelea comercial o una pelea de defensa de títulos. O quizás va a haber peleas para algunos sudamericanos. Pero poder hacer algo en Valdivia acá es mi siguiente desafío.

Este título, justamente, abrió hartas posibilidades. He tenido la posibilidad de conversar con el GORE y con la municipalidad, entonces se va a hacer algo. Se está trabajando en eso. Obviamente, tengo que hablarlo con mi manejador y mi entrenador Charly, que hay unas pequeñas conversaciones pendientes por ahí.


¿Cuál es tu máximo sueño en el boxeo?

🌎 La verdad, me gustaría poder ser campeón mundial, sudamericano o latino. Pero créeme que, más allá de eso, me gustaría que se me dé la oportunidad. La oportunidad de poder medirme en las grandes ligas. Y sé que estoy en un equipo que ya lo ha hecho con otros peleadores. Hemos visto en el boxeo chileno que muchos peleadores se han podido ir a probar: Juan Pablo Meza en Top Rank o Daniela Asenjo contra (Gabriela) Fundora, por ejemplo. Cosas así; no sé si me explico. Que se me de la oportunidad de poder pedirme en las grandes ligas.


Mirando un poco hacia el pasado, ¿qué consejo le darías tú al Sebastián que debutó y cayó por knockout? ¿Qué crees que él no sabía en ese momento, pero que hoy tú sí sabes y te ha servido mucho?

💭Las ansias. La ansiedad es una emoción que es muy difícil de identificar, sobre todo arriba del ring, y mi knockout fue por eso.

Yo tenía solo cinco combates de boxeo amateur, antes de debutar. Ahí entendí que el kickboxing no es lo mismo que el boxeo. Yo primero pensaba que era quitarle las patadas, pero no, no es lo mismo. Y mi ansiedad por querer debutar me jugó en contra. Además de eso, la ansiedad de haberle visto el ojo cortado a Matías Vargas y haberme ido encima como me fui, me jugó una mala pasada, porque me entró una mano y caí al tiro.

El consejo que le daría es que trabajara su ansia y busque identificarla, porque es una emoción que juega en contra. Y yo creo que todos los boxeadores sufren sobre esa emoción. Pero también es bueno tener un equipo que te lo sepa decir. Yo hace un tiempo atrás no sabía identificar mi ansiedad y decía “no, yo estoy bien para pelear”, pero resulta que sí estaba ansioso. Entonces, le diría eso, que cuide y controle sus ansias.


💪 Sebastián “El Lobo” Fontanilla encarna el equilibrio entre el sacrificio y la perseverancia. Tras años de esfuerzo, hoy su cinturón nacional no solo representa un título, sino una historia de resiliencia. Desde Valdivia hasta Iquique, entre guantes y sacrificios familiares, el campeón sigue soñando con pelear en su tierra y, algún día, representar a Chile en las grandes ligas del boxeo mundial.

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