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Este miércoles 8 de noviembre, la mega estrella histórica del boxeo, Mike Tyson, visitará Chile por primera vez y lo hará por una curiosa razón que no tiene nada que ver con el deporte que lo lanzó a la fama mundial.

El ex pugilista aterrizará en Santiago para ser el anfitrión de la presentación de los “Space Awards”, concurso que premia a las mejores películas de acción.

La ceremonia será este jueves en un hotel del sector oriente de la capital, en donde el “Demoledor” de 51 años también aprovechará de grabar algunos comerciales para Argentina.

Cabe recordar que Mike Tyson estuvo a punto de venir a Chile el año pasado, cuando presentaría su show de stand up comedy donde contaba su vida, pero a última hora canceló el show.

Del gueto a la cima

En los años 80, Tyson era la gran sensación en el mundo del boxeo. El legendario entrenador Cus D’Amato sacó al joven del gueto y lo convirtió en una máquina de la lucha.

Con 25 nocauts en 27 combates, Tyson se subió al ring del Las Vegas Hilton el 22 de noviembre de 1986 para enfrentarse al campeón del Consejo Mundial de Boxeo, Trevor Berbick.

Su rival no tuvo ninguna oportunidad. Tras 335 segundos de combate, Tyson se coronó como el campeón más joven a la edad de 20 años y 144 días.

En 1988, el boxeador estadounidense agigantó su fama de imbatido tras noquear en tan so lo 91 segundos a Michael Spinks, lo que le valió el mote de “Iron Mike”.

La muerte de su entrenador, D’Amato, fue un golpe duro en la carrera de Tyson. Su pérdida generó también una ruptura entre sus allegados. De un lado su primera mujer, Robin Givens, y del otro el promotor Don King. Durante estas turbulencias perdió su primer combate contra el desconocido James “Buster” Douglas en Tokio en 1990.
La caída al abismo

Después de esto no levantó cabeza y en 1992 fue condenado a seis años de prisión por violar a una joven. Tras tres años en prisión y reconvertido al islam, Tyson salió de la cárcel y recuperó su cinturón de campeón.

Tras perderlo en 1996 contra Evander Holyfield, lo intentó recuperar el 28 de julio de 1997. El combate pasó a la eternidad cuando Tyson le mordió la oreja a su contrincante.

“Me deberían de haber atacado con una pistola eléctrica. Quería matar a Holyfield”, recuerdó “Iron Mike”. Después de ese combate, Tyson perdió su licencia de boxeo.

Nunca recuperó su trono. En 1999, volvió a la cárcel y en 2002 fue noqueado por Lennox Lewis. Tras abandonar el combate contra Kevin McBride en 2005 abandonó el deporte para siempre, diciendo que había perdido la pasión por el deporte.