A un viejo púgil (De Jorge Teillier) Equipo Boxeadores Mayo 17, 2016 Esquina Neutral Jorge Teillier creía que boxeadores y escritores tenían mucho en común. Ambas, dice, son carreras solitarias: “Si no es solitaria dejas de ser escritor y empiezas a ser una empresa”. Revistas color sepia, programas de matches estelares, el par de guantes firmados por el Presidente cuando ganó el Campeonato colgados junto al retrato de la Difunta lo hacen buscar la gloria del Álbum amarillento y mientras hierve el agua en el anafe va recordando la cara del público y sus rivales a quienes el tiempo les ha contado diez. La tarde cuelga frente a su ventana como una raída y sucia bata de combate, y él vuelve a bailotear en el ring, siente ovaciones en la tarde muerta. No crean que está solo mientras prepara el café y hace guantes frente al espejo que le muestra su nariz rota y sus orejas de coliflor. Todas las tardes regresan sus admiradores que en la estación se empujan para llevarlo en hombros a la vuelta de su gira triunfal y lo dejan en la primavera del césped de pez—castilla donde —como le prometió a su madre— sueña que ha esquivado —sin despeinarse— los golpes del olvido. Leave a Reply Cancel ReplyYour email address will not be published.CommentName* Email* Website Guardar mi nombre, correo electrónico y sitio web en este navegador para la próxima vez que comente. Δ