Para sorpresa de pocos, la leyenda del boxeo Manny ‘Pacman’ Pacquiao subirá al cuadrilátero una vez más.

Cuando el filipino enfrentó al estadounidense Tim Bradley en abril, ese combate se había manejado como su despedida del “deporte de las narices chatas” pues tenía planeado dedicarse a su carrera política a tiempo completo. Sin embargo, siempre estuvo latente un posible regreso ya que ‘Pacman’ no se veía completamente convencido de tal decisión.

El jueves por la tarde en el Beverly Hills Hotel, el excampeón en cinco divisiones distintas oficializó su salida del retiro y en una conferencia de prensa anunció que se medirá al campeón de peso welter de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), el mexicoamericano Jessie Vargas, el 5 de noviembre en el Thomas & Mack Center de Las Vegas.

“Esta es una pelea importante para mí porque va a ser mi primera contienda desde que fui electo al Senado de mi país. Es un honor desafiar al campeón de las 147 libras”, dijo Pacquiao.

Sobre porqué decidió regresar, Pacquiao (58-6-2, 38 KOs) dijo que simplemente extrañaba al pugilismo.

Al entrenador de ‘Pacman’, Freddie Roach, le parece bien que su pupilo haya decidió renovar su carrera boxística pese a que lo hizo antes de lo que él pensaba.

“Vamos a ver como salen las cosas, y si funcionan bien, lo volveremos a hacer para el combate que siga, sea ante [Floyd] Mayweather, [Terence] Crawford…y ¿por qué no [Saúl Álvarez] ‘Canelo’?, sí pelearemos con él”, indicó.