El ucraniano Vasyl Lomachenko brindó un concierto de técnica y manejo del ring en el Teatro Chelsea del Hotel Cosmopolitan en Las Vegas, hasta obligar a la rendición al final del séptimo round al jaimaicano Nicholas Walters, quien había prometido llevarse el campeonato Superpluma de la Organización Mundial de Boxeo y lo único que ganó fue una lección de boxeo.

Walters se frustró demasiado pronto en la pelea y se entregó ante un Lomachenko que lució tanto con sus golpes como con sus desplazamientos en el ring, al grado que hizo ver demasiado sencilla una pelea que en el papel lucía muy complicada y con la que el legendario promotor Bob Arum celebraría sus 2,000 funciones de boxeo en 50 años de carrera.

Al final del séptimo asalto, luego de tres minutos de intenso golpeo de parte del ucraniano, que se lanzó en busca del nocaut, Walters no asimiló el golpeo de la mejor manera y dijo ‘NO MÁS’, recordando un clásico del boxeo.

Pareció primero que la esquina era la que paraba la pelea, pero luego fue Walters quien aceptó la rendición, dejando el invicto con un mal sabor de boca.

Con esta victoria, Lomachenko mejoró a 7-1 y 5 nocauts como profesional, mientras que Walters, quien había prometido más, se estancó en 26-1-1, 21 KOs.

Fue la primera defensa exitosa de Vasyl como campeón de la OMB en las 130 libras, confirmándose así como el mejor de la división y uno de los mejores libra por libra del mundo.

En el respaldo, el ruso Konstantin Ponomarev venció por amplia decisión unánime al mexicano Silverio Ortiz en Superwelter, mientras que el vinotinto Juan Ruiz sorprendió al noquear en el primer episodio al sonorense Fernando Cárcamo.

También noquearon Trevor McCumby y Maxim Dadashev a Donovan George y Efraín cruz en uno y dos capítulos, respectivamente.