Será uno de esos combates que se recuerdan por décadas. La contienda entre el joven campeón peso pesado Anthony Joshua y el ex monarca Wladimir Klitschko asomaba como una de las mejores peleas del año pero superó las expectativas.

Esto debido al emocionante desempeño y empuje que pusieron ambos boxeadores que se prodigaron en esfuerzos para extender una pelea que muchos creyeron Joshua ganaría en los primeros asaltos.

La pelea al comienzo fue de mucho estudio, con ambos boxeadores muy cautelosos respecto de lo que podía hacer el rival, por lo que las acciones se neutralizaban rápidamente.

Pero a partir del quinto asalto las cosas cambiaron, Joshua luego de una espectacular combinación, logró derribar a Klitschko e hizo pensar a muchos que la pelea llegaba a su fin, pero no fue así. El ucraniano se levantó y contrataco derrumbando la defensa de Joshua y logró hacer que tambalearan las piernas del británico que salvo apenas el round.

Joshua celebra y Klitschko en el piso, la imagen que refleja un cambio de era en el boxeo mundial.

Luego vino el sexto donde Klitschko nuevamente salió a tomar la ofensiva al punto que con un certero recto de derecho tumbó a Joshua emparejando las acciones en cuanto a caídas.

En los siguientes asaltos Klitschko sacó a relucir su mejor experiencia dominando el combate hasta el onceavo cuando con un tremendo upper Joshua cambió nuevamente el escenario derribando al ucraniano y sentenciando el principio del fin de una era en los pesos pesados.

Con más corazón que fuerzas, Klitschko se incorporó pero solo para que Joshua lo derribara en dos ocasiones más y el referí detuviera el combate.

Con esta victoria Joshua extiende su racha invicta a 19 triunfos con 19 KOs, mientras que Klitschko probablemente anuncie su retiro luego de este memorable combate. Cayó un rey, pero emergió otro en la división emblema del boxeo.