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Brillante resultó la actuación de Cuba en el XIX Campeonato Mundial de Boxeo, en Hamburgo, Alemania, al coronarse por duodécima oportunidad campeón por naciones, gracias a las cinco medallas de oro y dos de platas obtenidas en la última jornada.

La fecha abrió para Cuba de la mejor forma posible con el éxito 3-2 en los 49 kg de Joahnys Argilagos sobre el favorito Hasanboy Dusmatov. Fue un combate muy técnico entre el camagüeyano, titular mundial dos años atrás y el campeón olímpico por Uzbekistán en Río 2016. Desde el primer asalto Argilagos tomó sus precauciones evitando el enfrentamiento en la corta distancia y optó por la velocidad de sus piernas para atacar con rápidas entradas y salidas al rostro de Dusmatov, garantizando una cómoda diferencia en los dos primeros round. En los tres minutos finales el uzbeco aumentó la intensidad en su boxeo pero no le dio tiempo de encontrar al caribeño y materializar la remontada.

En los 52 kg Yosbany Veitía tocó por primera vez la corona dorada de manera sorpresiva, pues no se mostró superior, en toda su magnitud, ante al uzbeco Jasurbek Latipov, quien hizo el mayor gasto ofensivo y llevó la iniciativa en la pelea. Sin embargo, los jueces premiaron la buena defensa del cubano y sus golpes puntuales al rostro de Latipov con un controvertido veredicto de 5-0.

Amarga resultó para los cubanos la derrota del 60 kg Lázaro Álvarez contra el francés Sofiane Oumiha por 5-0, cortándole la posibilidad al pinareño de obtener su cuarto oro mundial. El galo se paró corajudo ante el cubano y le penetró su defensa con buenos swines cortos y reflejos centellantes para esquivar los rectos del antillano y tomar así una ventaja que fue recortada en el asalto del adiós por el cubano, a pesar de su notable esfuerzo.

Gran duelo ofrecieron en la arena Sporthalle, Andy Cruz y el uzbeco Ikboljon Kholdarov por la supremacía de los 64 kg. Con gran inteligencia el matancero doblegó por unanimidad a un recio oponente, trabajándolo con la velocidad de sus rectos en repetidas ocasiones y movimientos hacia los costados, para evitar el contraataque de Kholdarov.

Muy efectivo boxeó el uzbeco Shakhram Giyasov para vencer 5-0 a Roniel iglesias, en la división de los 69 kg. El púgil asiático hizo un plan táctico casi perfecto, martillando impunemente con su jab el rostro de Iglesias, combinándolo, además, con potentes swines que evidenciaron a las claras su superioridad en todo el desarrollo del duelo.

El punto culminante en la fecha final lo protagonizó Julio La Cruz (81 kg) al obtener su cuarta medalla de oro en estas justas, tras certificar una demostración contundente por 5-0 sobre el irlandés Joseph Ward. El camagüeyano trabajó al rostro y el torso del europeo con gran facilidad, permitiendo muy pocas libertades a Ward. Por momentos, con una mano y la guardia baja La Cruz mandó a placer sobre el encerado.

Concentración fue la clave para el merecido triunfo de Erislandy Savón 3-2 ante el ruso Evgeny Tishchenko, en los 91 kg. El guantanamero hizo su mejor boxeo en años, estudió a su rival sobre el ring, y le dejó caer sus rectos de derecha e izquierda desde la larga distancia, mientras sorteaba con ecuanimidad las fintas del ruso, quien no pudo revalidar su metal áureo de dos años atrás.

En las restantes divisiones y donde no hubo presencia de cubanos en la disputa de las medallas, tres países se agenciaron las diademas doradas. En los 56 kg el kazajo Kairat Yeraliyev sometió 3-2 en un combate deslucido al estadounidense Duke Ragan. Por su parte los pesos medianos (75 kg) tuvo un nuevo campeón en el ucraniano Oleksandr Khyzhniak 5-0 versus el kazajo Abilkhan Amankul. En la última pelea de la cita germana en +91 kg, el azerbaijano Mahammadrasul Majidov gritó más fuerte que el kazajo Kamshybek Kunkabayev, tras observar como el tercer hombre sobre el cuadrilátero le levantaba el brazo, proclamándole vencedor por 4-1.

Fuente: Granma.