Los campeones AMB-OMB de la división semipesado, Dmitry Bivol y Sergey Kovalev, retuvieron sus títulos tras vencer a por la vía rápida a Sullivan Barrera e Igor Mikhalkin.

También, como se presumía, la gran pelea de la noche fue la que enfrentó a Bivol y Barrera, mientras que lo de Kovalev se esperaba un combate de trámite y así fue.

La mejor imagen, no obstante, fue la que dejó Bivol. El campeón de la AMB confirmó sus credenciales y parece tener la solidez que necesita un monarca sobre el cual ya descansan grandes expectativas.

Kovalev, seguramente, tiene que haber dejado preocupado a su equipo. Pese a lo endeble de su rival, no le vimos aquel boxeo que de él se espera si realmente busca volver a dominar la división. La derrota de Barrera, mientras tanto, pudo significar el comienzo del final para el cubano.

El boxeo de Bivol, el error de Barrera

El cubano Sullivan Barrera definitivamente confirmó lo que temíamos en nuestro comentario previo, apostó al vigor físico para ganar su combate y se equivocó, fabricó su propia trampa y se quedó sin alternativas boxísticas. Lució pesado, falto de distancia, extremadamente lento y hasta torpe por momentos.

Quizás, imaginaron que Bivol llegaba a pelearlo de manera frontal, sin especulaciones y quisieron transformar a Barrera en eso mismo “una Barrera” que absorbiera todo el golpeo enemigo y al mismo tiempo tuviera la suficiente fuerza para noquear con un solo golpe. Bivol les rompió el plan, impuso su ritmo, dominó el combate de principio a fin y hasta se permitió noquear en el último asalto.

El ruso hizo todo bien. Utilizó de manera inteligente su velocidad, se movió por todo el cuadrilátero y fue acertado en sus desplazamientos en la media y corta distancia. Por más que Bivol no trabaja desde los ángulos, fue muy inteligente para entrar golpear y retroceder o esperar y dar el paso atrás para hacer fallar a Barrera, una y otra vez.