En lo que seria un combate eliminatorio de poca importancia el búlgaro Kubrat Pulev, rankeado mundial de los pesos pesados, encendió la polémica, con posteridad al combate por hechos que poco tienen que ver con el boxeo.

La reportera Jenny Ravalo, consiguió una exclusiva con  Pulev después que venciera por tko a Bogdan Dinu en el evento principal de Top Rank en Costa Mesa, California.

Cuando Ravalo le preguntó si debía ser el siguiente para enfrentarse al campeón lineal Tyson Fury, si el  británico derrotara a Tom Schwarz el 15 de junio, Pulev dijo “sí” antes de agarrar la cara de Sushe y besarla firmemente en la boca.

El incidente llevó a la entrevista a una conclusión abrupta, con una sorprendida Ravalo tratando de reírse, murmurando “Jesucristo” a la cámara mientras Pulev se alejaba.

Después del incidente, Pulev emitió una declaración y dijo que Ravalo es “amiga mía” y se rió del incidente. Pero el asunto escalo a niveles insospechados para el jocoso boxeador.

Jennifer Ravalo contrató a la poderosa abogada de los derechos de la mujer Gloria Allred, en respuesta a un incidente ocurrido el sábado por la noche, donde un boxeador la besó con fuerza en la boca durante una entrevista posterior a la pelea.

Ella le dijo a los medios que estaba “inmediatamente sorprendida y avergonzada” después de que Pulev la besó y “no supo cómo responder“.

Comencé la entrevista y, a mitad de la entrevista, me agarró la cara y me besó. Me sorprendí, me avergonzé de inmediato y no supe cómo responder. Luego caminé hacia una mesa para poner mis artículos en una mochila. Agarró mis nalgas y apretó con ambas manos. Luego se alejó sin decirme nada y se echó a reír “, dijo Ravalo. “Me hizo sentir incómoda y frustrada que Kubrat Pulev me tratara de una manera tan poco profesional“.

No alenté ni consentí a que el señor Pulev me besara o me agarrase la espalda. Estuve en el evento cubriendo el combate de boxeo como miembro profesional de la prensa”.

Ravalo también negó ser amiga de Pulev y calificó el comportamiento de “no aceptable”. Ella dice que contactó a Allred para “imponer consecuencias al señor Pulev por lo que me hizo“.

Un hombre debería preguntar a una mujer antes de besarla. Eso no sucedió en este encuentro con el señor Pulev y es por eso que hoy estoy hablando“, dijo Ravalo.

Más tarde esa noche, un amigo me invitó a una fiesta posterior. Hubo una oportunidad para entrevistar a más combatientes, por lo que decidí ir. El señor Pulev no se unió hasta el final de la noche. Actuó como si nada hubiera pasado, pero en el Al final de la fiesta, me pidió que quitara el beso de la entrevista.”

No lo eliminé, pero lo publiqué, porque quería que la gente viera lo que me había hecho. Quería que él fuera responsable. No quería que se saliera con la suya. Lo que me hizo fue repugnante “Me sentí humillada y ninguna mujer debería ser tratada de esta manera. El señor Pulev y yo no éramos amigos y no estábamos en una relación romántica. No tenía derecho a besarme“.

El extraño comportamiento de Pulev, ha escalado producto de una situación que nada tiene que ver con el boxeo. Que ademas no tiene relación directa con el deporte, sumado a generar una imagen, que poco tiene que ver con un deportista profesional. Al parecer su “broma” esta vez le costara caro.

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