En los orígenes del boxeo nacional, existieron situaciones y personajes, bastante extraños. Como Jonhston Gonzales el lanza ruedas, el extraño personaje que lanzaba ruedas de carreta como espectáculo circense, pasando luego al boxeo. En esta ocasión, nos remontamos a los orígenes del boxeo en Chile.

Andrés Balsa de origen español, se ganaba sus días como “strongman” esto es, un atleta dedicado a demostrar su fuerza en público, ya sea luchando contra animales o en las distintas variantes de la lucha que existan a comienzos del siglo XX. El boxeo, era otro de los espectáculos de circo, esto en parte debido a su novedad y a la prohibición del deporte que regía en Santiago desde la muerte de Adolfo Morales 1911, entonces el deporte se desarrollaba en las cercanías de Santiago, ya fuera en Independencia o Ñuñoa.  De esta forma el boxeo comenzó a atraer luchadores, lanzadores de rocas y variopintos personajes que destacaban por su fortaleza física.

Se trataba de toda una puesta en escena en donde lo que se esperaba, era la lucha de la fuerza bruta contra la “ciencia del box”, evento del cual claramente, resaltaba la lucha contra la “naturaleza” y uno de los principales expertos en esta área, era Andres Balsa viajaba por todo el mundo, realizando la proeza que estuviera más de moda en ese momento, lanzar cosas por los aires, lucha y boxeo, Balsa comenta a Los Sports en 1924, que ha realizado una muy extensa gira internacional por Francia, Inglaterra, Estados Unidos, Mexico, Uruguay, Argentina y Brasil. Cuando es consultado sobre como vio a Luis Vicentini y Quintín Romero, durante su estadía en Estados Unidos, comenta que son “chicos”, refiriéndose a su falta de talla, para un coloso como él.

Andres Balsa, era más bien un mercenario del espectáculo, hacia lo que se le pidiera y se adaptaba a las necesidades del espectáculo, es así como llega al boxeo, que por aquellos años era un deporte mejor pagado que las ya decadentes competencias de fuerza, en la que el atractivo de ver a un sujeto entrado en kilos, lanzar objetos por los aires había perdido la gracia. De esta manera Balsa quien estaba presente en el boxeo nacional desde 1917, se reinvento a sí mismo, durante un viaje a Nueva York, ya sea real o ficticio y volvió con la novedad de la época, el boxeo a la “americana” una forma de pugilismo frontal y violenta, que en aquellos años su máximo exponente era Jack Dempsey.

El estilo de boxeo “americano” como era llamado en la época, era conformacional, buscando conectar cruzados y rectos en distancia media y corta. Con una defensa más tendiente al clinch que a usar la cintura o sacar golpes, se busca conectar la mayor cantidad posible de golpes de potencia y buscar el nocaout de la manera más rápida sacrificando la defensa. Este boxeo será predominante en el Estados Unidos hasta la llegada de Sugar Ray Robinson en los años 40, quien introducirá cambios radicales en defensa y velocidad. Este estilo influencio el boxeo mexicano y sudamericano, que evoluciono con sus propias particularidades. Era un boxeo comercialmente atractivo, y en aquella época Tany Loaiza y Luis Vicentini, eran sus principales exponentes, así mismo era un boxeo que exigía un fuerte trabajo físico. En medio de este ambiente Andrés Balsa, el luchador, se presentaba de manera itinerante donde fuera requerido, realizando la proeza física que fuera necesaria, ya fuera boxear, luchar o lanzar cosas por los aires, todo lo que fuera necesario para el espectáculo.