Muchos creían que la victoria llegaría antes, pero lo cierto es que el boliviano Ramón Averanga resultó ser un hueso duro de roer. Recién en el séptimo asalto el ataque constante de José “Pancora” Velásquez pudo derrumbarlo de manera definitiva, pero tuvo que bregar bastante para conseguirlo.

Lo concreto es que el púgil chilote impuso su boxeo y se llevó el premio mayor, el cinturón latino super gallo de la Organización Mundial de Boxeo, que le había sido arrebatado en 2018 por asuntos administrativos y que ahora le abre las puertas, nuevamente, a una oportunidad por el título mundial.

Eso era lo más importante de anoche, validarse al interior de la OMB y comenzar a recuperar posiciones en el ranking y de esta forma estar a la expectativa de una eventual pelea titular con el campeón de turno.

Respecto del combate hay que señalar que fue intenso, con los dos boxeadores dispuestos a fajarse y ambos con muy buena asimilación de golpes. Pancora demostró estar mejor preparado físicamente y recuperado de sus lesiones. Averanga luego del tercer asalto ya lucía exhausto, pero aún así soportaba los embates del Pancora.

El chilote no cambió en nada el libreto al cual nos tiene acostumbrado, una ofensiva constante, que arriesga mucho su propio físico, pero que le permite romper defensas que, por su baja estatura, pudiesen ser más complicadas. De todas formas la victoria no puede esconder el hecho que, si bien ofensivamente Pancora lució casi perfecto, en materia defensiva sigue dejando licencias, sobre todo para los contragolpes, que ante un boxeador de mejor pegada puede ser fatal.

Afortunadamente este no fue el caso, Pancora asimiló muy bien los embates de Averanga y se llevó la victoria y ahora toca pensar en el futuro porque la OMB estableció que el título latino debe ser defendido dentro de los próximos 120 días.

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