En Maryland, Estados Unidos de manera paralela se desarrolló el combate de fondo de Braian Castaño. Era la noche de los argentinos, la vuelta de Jesús Cuéllar, contra Javier Fortuna quien tuvo un nuevo aire en su carrera, luego de derrotar al experimentado prospecto Shariff Bogere, un  conocido nuestro que venció a Oscar Bravo, durante su paso por Estados Unidos.

Fortuna desde el primer asalto tomo el total control del combate con su cruzado de derecha y rectos de izquierda, Jesús Cuéllar en un tiempo fue uno de los mejores representantes del boxeo argentino, se vio totalmente desmejorado con escasa forma física y sin plantear una pelea clara. Fortuna, lo midió durante el primer asalto, lo derribo dos veces en el segundo asalto y el árbitro detuvo el combate, para un Cuéllar que era innecesariamente castigado.

Brian Castaño por su parte, venció por nocaout técnico, a un desconocido Wale Otomoso, de Nigeria. Desde el primer asalto, no tenía nada que ofrecer a Castaño que tuvo siempre el dominio absoluto del combate pactado en categoría Súper Welter, Castaño fue superior en velocidad, pegada y presión ejercida sobre el ring. Su rápida derecha y cruzado de izquierda anularon el escaso boxeo del nigeriano. Castaño es a todas luces un boxeador de élite, lo demostró en su empate contra Lara en marzo, pero por motivos contractuales y de promotoras mediocres, se pierde el enorme potencial del boxeador argentino.