Tyson Fury es un boxeador que si algo ha caracterizado su carrera es la inestabilidad. Sus problemas de salud mental si bien de acuerdo al boxeador estarían subsanados, lo cierto es que en cada declaración del británico se siembra la incertidumbre respecto de lo que será su carrera.

Ahora, el campeón mundial del CMB puso en duda su continuidad en el deporte al señalar que “quién sabe cuánto tiempo me queda. Tal vez no mucho… tal vez un año, tal vez dos años, tal vez una pelea, quién sabe”, afirmó Fury a Heart Breakfast.

El púgil que se prepara para enfrentar al excampeón del UFC, Francis Ngannou el próximo 28 de octubre, agregó que “una cosa que sí sé es que voy a disfrutar cada minuto que me quede, cada pelea que me quede. Lo asimilaré todo y lo disfrutaré. Quiero a mis hijos allí, mis niños pequeños me acompañen y cosas y estoy muy contento con el lugar en el que estoy en mi vida”.

Recordemos que Fury no pelea desde diciembre del año pasado cuando noqueó al británico Derek Chisora. Luego surgió la posibilidad de una pelea de unificación con Oleksandr Usyk que finalmente no prosperó.