La respuesta a la pregunta que titula esta nota es simple: si. Julio César Chávez Jr. ya no tiene nada que hacer, deportivamente, en el boxeo profesional. Su legado como campeón mundial mediano cada vez queda más difuso y se entremezcla con esta versión blonda que hemos visto del mexicano, muy lejana de lo que debería representar un verdadero campeón.
Pero la verdad es que Chávez Jr. va a seguir ahí, porque desde hace tiempo los triunfos y la gloria deportiva no es lo que más interesa al mexicano, Chávez Jr. pelea por dinero y si ese dinero entra a sus bolsillos a costa de derrotas y humillaciones él seguirá peleando con tal de seguir aumento su cuenta corriente.
Por la vía de los puntos
— ESPN KnockOut (@ESPNKnockOut) September 26, 2020
Mario Cázares DT6 (DU 59-54, 57-56, 57-56) Julio César Chávez Jr.
Detuvieron el combate por un corte en el párpado izquierdo de Chávez (cabezazo fortuito).#ESPNKnockOut pic.twitter.com/00eRUgzzw2
Por eso el resultado de este viernes en Tijuana es anecdótico. Cazares ganó luego que la pelea fuese detenida en el sexto asalto a causa de un corte en el párpado izquierdo de Chávez y obligara a definir la contienda en las tarjetas, pero este no será el fin de la historia, seguramente habrá una revancha, donde es probable que Chávez Jr. vuelva a perder, todos sabemos que será así, pero de todas formas prenderemos la televisión para ver cómo eso sucede.
Hoy lo que mueve a las masas en torno a Chávez Jr. no es la expectación respecto de cómo será su performance deportiva, para nada, hoy lo que mueve al fanático es ver con qué burrada nos sorprenderá el mexicano o cuál será la excusa que dará para justificar lo injustificable.
Por eso no se sorprendan si en unos cuántos días se anuncia una revancha entre Cazares y Chávez Jr. y menos se sorprendan si ven de nuevo al mexicano copar las primeras planas de los principales medios de boxeo del continente, porque Chávez Jr. vende, no de la forma que los amantes del boxeo quisiéramos, pero es como esas películas de bajo presupuesto que por lo malas que son terminan siendo atractivas e incluso transformarse en objetos de culto. Ese es Chávez Jr. una mala película de la cual todos nos acordaremos hasta el último de nuestros días.