Manny Pacquiao se fue del boxeo por la puerta grande. El histórico filipino, considerado uno de los más grandes peleadores de la última época en el boxeo profesional, derribó dos veces al estadounidense Timothy Bradley, en el MGM Grand Garden Arena, antes de vencerle por decisión unánime – 116-110, 116-110 y 116-110 – en su último combate.

Pacquiao mejoró su récord profesional a 58 victorias, seis derrotas y dos empates con 38 nocauts, para colgar finalmente los guantes en la que terminó siendo una fiesta y un festín de golpes ante un Timothy Bradley que salió más defensivo de lo acostumbrado y pagó el precio para dejar su marca en 33-2-1 y 13 nocauts. Tras la serie de tres encuentros, Manny se llevó el segundo y el tercero tal y como lo hizo ante Érik Morales y Juan Manuel Márquez.

Pacquiao finalmente dejó ver que fue todo para él en el boxeo en busca de un puesto como senador en Filipinas. Se va después de haber ganado más de 500 millones de dólares y conquistado títulos en ocho divisiones diferentes.

“Estoy retirado”

Una vez finalizado el combate, Pacquiao aseguró que a partir de anoche se convirtió en un peleador retirado, agradeció a los fanáticos por todo el apoyo en tantos años de carrera y reconoció que Tim Bradley fue mejor de lo que esperaba en el ring.

Pacquiao, en su último combate profesional, estableció que buscó el nocaut pero Bradley estuvo mejor que nunca, y por ello no lo logró, aunque tuvo sus momentos, se sintió bien en el combate.

“Estuve buscando el nocaut en cada round pero Bradley es un peleador muy duro, buen contragolpeador, Teddy Atlas hizo la diferencia porque fue la mejor versión de Bradley que he enfrentado”, dijo Pacquiao tras la victoria. “Esta pelea fue la mejor de la serie, me sentí mejor que nunca”.

Cuando le preguntaron si estaba retirado, fue breve y conciso: “Sí, estoy retirado”.

Manny Pacquiao agradeció a los fans por todo el apoyo y dijo que pasará unos días con su familia antes de pensar en su futuro.