La boxeadora juvenil, Denisse Bravo, reveló sus sensaciones al enterarse que finalmente podrá viajar y competir en el Mundial de Budapest que se celebrará en la capital húngara entre el 20 y el 29 de agosto.
En conversación con el programa radial Gancho Izquierdo, la bicampeona nacional aseguró que pese a la buena noticia “lo malo que tienen es que nos llaman uno o dos meses antes para una competencia muy importante“.
“El único período largo de preparación que tuvimos fue para el Sudamericano, que fueron como cinco meses e igual tuvimos resultados”, puntualizó. Sin embargo, “para ir a Estados Unidos nos llamaron un mes y medio antes, con súper poca preparación. Fue sorpresa. Nadie nos dijo antes estén preparados, que viene esta competencia. Uno igual se seguía preparando, pero no tanto como se debería”.
La pugilista oriunda de Lontué hizo referencia a las pocas expectativas que hay sobre el equipo juvenil, que pese a la falta de apoyo obtuvo resultados en el Suramericano de Santiago 2017 y en el Continental de Colorado Springs 2019, y subrayó que “a veces no se los esperan porque somos muy jóvenes”.
“Para Estados Unidos nos dijeron que con una medalla estamos felices, y les trajimos dos. Ellos dijeron que estaban conformes con que ganaran la primera pelea. A mis compañeros no les fue tan bien, pero con Andrews pudimos sacar resultados y avanzar a las semifinales”, añadió.
Denisse Bravo también relató el momento en que le informaron que probablemente no podría ir al Mundial. “Dijeron que no habían recursos, y yo igual me puse mal porque me gané mi cupo con esfuerzo, peleando. Que te digan que no vas al Mundial fue una súper mala noticia para mí”, sostuvo.
Su padre, el profesional Patricio Bravo, criticó la poca planificación para esta competencia, indicó que “un mes para una preparación es poco” y aseguró que “ellos ya deberían haber concentrados hace mucho rato”.
“Deben ver la parte psicológica de un deportista, por eso muchas veces se pierden porque llegan a un tope y después no hay más apoyo”, concluyó.