Desesperado en su esquina el profesor Iván Corral y su asistente Mariano Cayo, quienes con vehemente insistencia gritaban que la corta distancia era demasiado peligrosa. Solo la velocidad y habilidad superior de Miguel “Aguja” González podrían mantenerlo ganando. En la esquina azul se escuchaba al técnico Angelo Hyder, Body-Head, como un mantra que jamás paró de repetirse. Pero como decía el profesor Corral con posteridad al combate, esto es boxeo y el combate más importante de los últimos 30 años, terminó en derrota. Fue una gran pelea, un combate de alto impacto, en donde incluso Andrew Moloney estaba sorprendido de cómo el chileno se paraba de igual a igual en su propio juego. Una noche de altas emociones.
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