No había escrito nada respecto a este combate porque queríamos verlo en primer lugar y no había podido hasta esta jornada y después de ver la actuación de Luis Norambuena ante el bielorruso Vlad Panin solo puedo llegar a una conclusión: el chileno no mereció perder el sábado en la noche en California.

La diferencia física era evidente, Panin le saca 13 centimetros a un Norambuena que, al parecer, tendrá que acostumbrarse a lidiar con esa desventaja durante toda su carrera.

Pero cada vez lo hace mejor y ante Panin mostró una pelea muy inteligente, bien planificada, que permitió que el chileno, gracias a su zurda que entró siempre como un latigo, se llevara claramente los tres primeros asaltos.

Luego no sabemos si fue el cansancio o que el bielorruso se acordó que tenía el jab que la pelea se emparejó y así, pareja, llegó hasta el último asalto.

Mi tarjeta dio un empate 57-57, siendo generoso con el púgil bielorruso, porque perfectamente pudo ser un 58-56 para el chileno. En ningún caso la pelea fue lo que señalan las tarjetas 59-55×2 y ¡60-54! fueron la decisión de los jueces que al parecer llegaron con las tarjetas hechas desde la casa.

Tercera derrota de Norambuena en Estados Unidos pero esta dejó un gusto distinto, un buen sabor de boca de un boxeador que progresa pelea a pelea y que, más allá de la desventaja en estatura, se postula como carta al título de Chile ya sea peso welter o super welter.

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