Es hora que cada uno acepte la responsabilidad deportiva y el respeto hacia el público que, en definitiva, es quien respalda el negocio. Aquí no se trata solamente de ganar dinero fácil, a no ser que alguien pueda convencerme que los 15 millones de dólares embolsados por Álvarez en su combate frente al “turista” Fielding o los 35 millones de la cómoda faena contra Jacobs, significaron algún riesgo.
El mejor peso super mediano del momento comienza a ver lejana una eventual pelea con el mexicano y podría combatir con otro que suena para enfrentar a Canelo: Sergey Kovalev.