En la esquina de Mapocho con Neptuno funciona de día un taller de vehículos. Sin embargo, durante las tardes, los sacos que ahí cuelgan dejan de estar inmóviles y el ring comienza a poblarse de jóvenes que buscan prepararse en esta hermosa disciplina llamada boxeo.

El galpón que ahí se erige está ubicado en el patio de la casa de José Cusatto, presidente del Club de Boxeo Cerro Navia y actual Director de Boxeo Amateur de la Federación, aunque no se demora en precisar que “a mí siempre me gustó entrenar. Ahora mismo soy dirigente, pero lo soy porque no hay otros. Mi alma no es de dirigente, es de entrenador. Yo sufro porque no estoy en el rincón”.

Hace más de 30 años, Don Pepe -como lo llaman con cariño- sacrificó sus arbolitos para levantar este espacio que funcionó sin un lugar estable desde 1961, pero aclara que “este club tiene 55 años de vida, pero de vida oficial, desde que empezamos a competir. Pero debe tener unos tres años más desde que yo empecé a entrenar gente”.

Cusatto, hoy con 83 años, se puso los guantes por primera vez a los siete años, más o menos, porque ni él lo tiene claro, pero advierte que “no te voy a decir a qué edad hice mi primera pelea, pero sí te voy a decir el peso, porque de eso me acuerdo siempre: 33 kilos“.

Si bien su padre, quien se tituló de arquitecto en la Universidad de Chile fue campeón universitario en la actividad, nunca le inculcó el boxeo. Por otro lado, su madre “decía que yo iba a ser pigmeo, pero me gustaba mucho hacer ejercicio, todo el día me estaba moviendo, en el patio ponía una cañería de esas que habían antes, galvanizadas, me colgaba de los pies, hacía trapecio, era muy ágil”.

Cuando cursaba el quinto año de Humanidades en el liceo Barros Borgoño, se inscribió en el torneo escolar, le pusieron “peso hormiga” y salió campeón peleando “a cuero pelao”.

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Su vida como entrenador partió porque “tenía acá en el patio de la casa un puching-ball colgando y todo el mundo sabía que yo era bueno para los combos, no porque dijera que boxeaba, sino porque este barrio era, llamémoslo ‘popular’, y había que agarrarse a coscachos todos los días”.

Don Pepe relata cómo comenzó a entrenar a su primer pupilo, el día que “vino un cabro chico despaturrao y bien pasao pa la punta. “¿Pepe, por qué no me entrenai?”, tanto insistió que le dije “ya, ven a la noche”. Vino a la noche, le empecé a hacer un poco de preparación física y ¡No tenía idea! ¡Descoordinado total! Estuve como una semana enseñándole y no aprendía nada. Yo le iba a decir, sabí Gerardo, anda a jugar ping pong, cualquier otro deporte. Pero lo vi tan entusiasmado, que lo seguí entrenando. Ese fue Gerardo Jacobsen, que ganó después a tres campeones de Chile“.

“Esa primera experiencia me enseñó que nunca tengo que, por muy malo que sea, desechar un alumno. Todo lo contrario, me he dado cuenta que los alumnos que tienen pocas condiciones, pero que tienen ganan, salen mejor que los que tienen condiciones y son flojos“, reflexiona.

Cussato cuenta que se quedó en Cerro Navia porque “tengo amor por mi barrio, por mi club y por el boxeo. Nunca he querido irme a otro club”. Narra que Emilio Balbontín, dirigente de la época, lo recomendó a Lota y que pidió una “enormidad de plata” para no irse.  “Nunca he querido postular a entrenador de la selección, sabiendo que tenía condiciones, más que muchos”, cuenta.

“He tenido muchas desilusiones, porque hay niños que tenían condiciones, después no siguieron, otros se metieron al vicio. Cabros wenos, ahí tenemos un campeón de Chile juvenil y que ahora anda botado en la calle por el vicio y la droga. Esas son desilusiones grandes. El tiempo me enseñó a no hacerme ilusiones, si las cosas resultan, resultan, si no… Ahora, lo que sí no puedo dejar de encariñarme con mis alumnos“, confiesa.

Para Don Pepe, “lo primordial no son los campeones de Chile, es que formé gente, formé ciudadanos. Te lo digo porque hay muchos, te los puedo decir con nombre y apellido, que dicen: ‘yo gracias a Don Pepe y al boxeo, soy lo que soy y no fui un delincuente”.

Revisa la entrevista completa que le hizo Camilo Espinoza a José Cussato y que fue emitida en el Gancho Izquierdo de Radio Nuevo Mundo, que conduce el periodista Richard Sandoval y que se puede seguir todos los jueves a las 18:00 hrs.