Iquiqueño de nacimiento forjado en el centenario club Heriberto Rojas, fue campeón provincial en 1936, en la compleja categoría de peso mosca, siendo reconocido por su cross de izquierda, el cual era fulminante aun para el peso mosca. Nacido con condiciones excepcionales, que le permitieron ascender rápidamente en esa categoría, supero ampliamente a sus rivales en el norte del país.

Llego a Santiago en 1938 para el campeonato amateur que se celebraba todos los años en la Capital, era reconocido por su uniforme de la Fuerza Aérea y con un entrenador de renombre que pertenecía a esa institución, el Tani Loaiza.  No era un hecho menor que fuera un abanderado de la FACH, además de ser una potencia nacional, por más de 30 años, parte de su éxito radicaba en que estas instituciones permitían un mejor desempeño respecto a la preparación física, ya que constaban con el financiamiento e infraestructura, destinada a fines deportivos, dedicándole más tiempo a su desarrollo, situación que era muy distinta en los clubes obreros, en donde además de carecer de la capacidad técnica de sus entrenadores y en una economía en donde el desempleo era cercano al 10%, tener estabilidad laboral como la ofrecían las casas matrices de las fuerzas armadas, sentaba las bases de un buen entrenamiento.

Así “cara de guagua”, se enfocó en ganar torneos nacionales, con 5 títulos en 10 años y 5 subcampeonatos, domino la escena amateur nacional, con dos títulos sudamericanos. En 1948 represento a Chile en los JJOO de Londres, junto a una reducida selección, gano un combate pero perdió en cuartos de final contra Pascual Pérez de Argentina, quien sería el primer campeón mundial latinoamericano, aunque fue derribado en el tercer asalto y lesionado de su mano izquierda, y ante una abrumadora superioridad llego hasta el final del encuentro. “Cara de guagua” Castro se mantuvo siempre en el pináculo del boxeo nacional realizando un gran aporte, al deporte amateur, poco conocido dado que la cobertura de medios de la época le prestaba poca atención al amateurismo, en relación al boxeo profesional, esto sumado a que la carrera de Castro fue en un momento en el cual, los medios dedicados al deporte sufrieron una caída desde 1930-1940, esto perjudico en parte su legado. Así la historia de este imbatible “cara de guagua” Castro es importante para el legado del deporte de los puños.

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