Este 2017 fue un año muy positivo para el boxeo profesional, cerramos el año con títulos sudamericanos, latinos y una ansiada victoria en el exterior, el épico logro de José Velázquez. A si mismo un cierre de año espectacular con la pelea por el título sudamericano de Julio Alamos, que le dio calidad internacional a un espectáculo de boxeo. En el profesional sin duda fue un gran año, completo y lleno actividad. Pero El boxeo amateur, dejo deudas y muchas preguntas, el primer traspié fue el fracaso en Honduras y perder la oportunidad de llegar al mundial de Hamburgo, la falta de resultados concluyentes en Ecuador en la copa del Pacifico y los Juegos Bolivarianos de Santa Marta, de los cuales se retornó con 4 bronces tras caer en semifinales. Si bien los púgiles más experimentados como Miguel Veliz, obtuvo buenos resultados en el torneo amistoso de Republica Dominicana. En los dos grandes “mega eventos” como de manera elocuente le gusta decir al seleccionador nacional Jesús Martínez, como las clasificatorias a Hamburgo 2017 y los juegos bolivarianos, no se obtuvieron los resultados esperados y queda así otro año de incertidumbre respecto a lo que se viene para el 2018.

En la actualidad el estado del actual director técnico Jesús Martínez, está en duda y no hay claridad si fue removido por el Coch y la Federación de Boxeo de Chile, pero sería fácil, buscar la explicación de pocos resultados en la figura de los boxeadores, sin embargo, ellos obedecen a un director técnico y a una planificación macro de los eventos deportivos. Ahora bien, el profesor Martínez, logro traer el rendimiento físico a la selección, se llega a las semifinales, pero aun así no hay resultados, esto claramente es perjudicial para el técnico y plantea una revisión de sus procedimientos.

Pero sacar al entrenador nacional, no soluciona interrogantes, tales como que pasa con las selecciones cadetes. En el evento de los juegos sudamericanos de la juventud, se configuro una selección mixta, que paso con un proceso con Ricardo Araneda y posteriormente finalizo con Victor Seura, los resultados finales fueron dos medallas de bronce para Denisse Bravo, Antonio Siminic y dos de plata para Kim Sandoval y Luis Cruzat. Si bien los resultados no fueron los esperados, el proceso deportivo dejo algunos aspectos relevantes para el futuro. Primero el boxeo femenino claramente es una gran oportunidad de crecimiento para el desarrollo de logros deportivos, tanto Denisse Bravo como en Kim Sandoval y Marcela Romero hay muchísimo potencial y los procesos del boxeo femenino deben ser más fluidos al respecto y el caso de la selección masculina cadete necesita de mayor desarrollo de competencias y la formación de equipos que lleguen a puerto. En este sentido el proceso de la selección cadete, quedo cortado y sin mayores expectativas de futuro. Si bien podemos culpar a los boxeadores y al técnico de todos los desastres posibles, eso no soluciona el problema estructural que afecta el desarrollo del boxeo amateur, la falta de una programación nacional, que parta desde veladas en clubes amateur, competencias inter asociación, campeonatos barriales, regionales y nacionales y a partir de ahí los procesos selectivos de cadetes y adultos, con continuidad y no meramente coyunturales. Hay que pensar en el recambio y la formación de cuadros para el futuro. El boxeo necesita orientarse al futuro, tomando asunto en la modernización de procesos selectivos, el boxeo femenino y la competencia estructural desde el club, región y nacionales. No podemos quedar con idea que hay que ir por una medalla y si esta no salio, fue robo. Existe claramente una estructura organizativa que no es propositiva y solo efectista y poco autocritica.