El mejor boxeador chileno libra por libra, Miguel “Aguja” González, se enfrentará al australiano Andrew “Monster” Moloney en la pelea de varones más importante que se haya desarrollado en nuestro país en los últimos 30 años. Para encontrar un peleador tan competente que haya pisado suelo nacional habría que remontarse a 1989, cuando aterrizó en Talcahuano el excampeón mundial de los pesos gallo, Raúl “Jíbaro” Pérez, para enfrentar a Cardenio Ulloa.

Independiente de que las casas de apuestas le dan un importante favoritismo a Moloney (una diferencia de 5 a 1) ambos llegan bastante parejos en el papel a esta eliminatoria por el título mundial de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB). ¿Puede Aguja ganar esta pelea? Por supuesto que sí. Sin embargo, está demás anunciar que será el desafío más difícil de su carrera. Acá analizamos por qué:

1. PODER VS. VELOCIDAD

Moloney es un fajador neto. En su récord ostenta 11 triunfos por KO en 18 combates, es decir, más del 60% de las veces ha ganado por la vía rápida. Su estrategia es clara: acorralar a González contra las esquinas con su jab pesado y manejando el centro del ring. Una vez que ha alcanzado la media distancia, opta en los primeros rounds por castigar las zonas blandas y así desgastar al rival hasta que se derrumbe. Se trata de un conjunto de tácticas mecanizadas y efectivas donde el poder de su derecha es clave.

Al frente tendrá a uno de los púgiles más veloces y con mejor juego de piernas del concierto sudamericano. La faceta estilista del Aguja está entre las mejores del continente y, si se lo propone, podría plantear una estrategia basada en torear a Moloney todo el combate. Pero el estilo de González ha estado en progresiva transición hacia una fórmula más ecléctica, sin rehuir de la distancia corta y con ciertas novedades heterodoxas, como el cambio de guardia o un golpe de gacela bien vistoso.

Todos estos recursos que ha adquirido le deben servir, pero siempre que busquen evitar el intercambio cuerpo a cuerpo y teniendo como objetivo principal cortarle el ritmo al australiano.

2. EL FÍSICO

Pese a que tienen un alcance de brazos similar, Aguja es bastante más pequeño que el australiano. Son cuatro centímetros que para un fajador con la capacidad cardiovascular y la fortaleza física de Moloney pueden ser bien aprovechados con el correr de los asaltos. Sin embargo, esa diferencia en la contextura se puede convertir precisamente en la debilidad del australiano, ya que lo convierte en un púgil más lento que el común de los súpermosca.

La decisión del australiano conscientemente busca perder velocidad a cambio de fuerza, resistencia y asimilación. En ese plano, es un boxeador “innoqueable” para González, quien por otro lado deberá mostrar una eximia condición aeróbica si pretende al mismo tiempo evitar el KO y conectar lo suficiente para ganar la pelea por puntos.

3. LA EXPERIENCIA

González y Moloney prácticamente tienen la misma edad, 28 y 29 respectivamente. Si bien el primero tiene mayor experiencia en el boxeo profesional (30 peleas, 29 victorias y 1 derrota), el segundo lo compensa con un importante bagaje en el campo amateur (medalla de oro en los Juegos de la Commonwealth Glasgow 2014). Ambos también llegan como campeones continentales.

Sin embargo, las distancias se abren a la hora de analizar la calidad de esa experiencia. Muchos argumentan que el Monstruo australiano ha vencido rivales más competentes que el Aguja, como el excampeón mundial, Luis “Nica” Concepción.

Si bien el panameño lo enfrentó en el ocaso de su carrera (título perdido en la báscula de por medio), es importante aclarar que la calidad de los rivales pesa a la hora de valorizar a los boxeadores y, en ese sentido, los desafíos que ha tomado Moloney -junto con una intensa actividad de lobby- le han permitido mantenerse rankeado en las cuatro asociaciones más importantes del boxeo profesional (3º AMB, 4º CMB, 7º FIB, y 11º OMB), mientras que el nacido en Renca sólo en una (2º AMB).

En ese plano, Moloney es el favorito de la industria, dato no menor.

4. LA LOCALÍA

Que la pelea se desarrolle en Santiago no es un factor a subestimar. En términos estadísticos, Aguja jamás ha perdido en Chile. Sin embargo, el público a favor no parece ser la mejor de las ideas si pensamos que González necesita hacer un combate más cerebral que emocional.

Es lo que llamaríamos un arma de doble filo. Si la pelea se complica, puede servir para zafar de los momentos difíciles. Pero también puede significar una presión muy difícil de asimilar para un deportista. Eso mismo lo ha obligado a asesorarse por un cuerpo de psicólogos, puesto que sabe que en esta pelea está en juego su carrera, prestigio y reputación.

Esta presión es efectivamente la que no siente Moloney, quien se ha mostrado relajado estos días paseando por la capital, manteniéndose activo en las redes sociales, conversando distendidamente con la prensa y hasta cortándose el pelo.

5. LOS JUECES

González y Moloney enfrentarán por primera vez una pelea a 12 rounds, la más larga de sus respectivas carreras. Si logran llegar hasta el final es una incógnita que jamás ha sido puesta a prueba, sin embargo, todo hace presagiar que estaremos ante dos boxeadores que estarán lo suficientemente preparados.

En la instancia definitoria, la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) ha dispuesto de tres jueces sudamericanos: el venezolano Jesús Cova (121 combates, 30 títulos mundiales), el peruano Danilo Dongo (52 combates) y el experimentado colombiano Uriel Aguilera (212 combates, más de 80 títulos mundiales).

A primera vista, ninguno de ellos registra fallos polémicos en su currículum o que hayan tenido algún tipo de repercusión mediática. Eso sí, se puede extraer que hay cierta tendencia -mínima, por cierto- de favorecer a los locales. Este dato, que podría ser meramente estadístico, podría ser un factor determinante si la pelea es cerrada.

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