La polémica se ha tomado el boxeo olímpico en París 2024, luego que surgieran una serie de acusaciones en torno a la participación de dos pugilistas en la competencia de boxeo femenino: la argelina Imane Khelif y la taiwanesa Lin Yu-ting.

Dichas acusaciones surgieron a partir de una sanción que les impuso la IBA en el último Mundial de Nueva Delhi, luego que se detectaran niveles altos de testorena, en un exámen de “masculinidad” y la presencia del cromosoma XY.

Sin tener en cuenta mayores antecedentes, la IBA, cuestionada en múltiples ocasiones por episodios de corrupción, determinó que ambas deportistas “eran hombres”.

Esta información circuló rapidamente en redes sociales generando muestras de repudio ante la situación de que el Comité Olímpico Internacional estaría permitiendo la participación de “hombres” en las competencias femeninas.

Todo este escándalo se alimentó aún más luego que la italiana Angela Carini, decidiera abandonar su combate ante la argelina Khelif, supuestamente, por los fuertes golpes que recibió en los 50 segundos que duró el combate.

Lo cierto, es que Imane Khelif es mujer. Nació hace 25 años en Argelia, país donde la homosexualidad se castiga con cárcel, y por ende, no podría representar a su país si es que hubiese iniciado un proceso de transición de género.

Khelif sufre un problema que se conoce como hiperandrogenismo, trastorno hormonal que se caracteriza por una mayor presencia de testosterona y puede ser causado por diversos trastornos, como el síndrome de ovario poliquístico (SOP), hiperplasia suprarrenal congénita, o tumores que producen andrógenos.

De acuerdo a lo señalado por el Comité Olímpico Internacional en un comunicado, la boxeadora argelina pasó todas las pruebas que le permitiesen ser elegible para este evento y recordó que ya estuvo presente en unos Juegos Olímpicos dado que participó en Tokio 2020.

Respecto del supuesto poder devastador de la pegado de Khelif, esto también se puede cuestionar, tomando en cuenta que en toda su carrera deportiva solo ha detenido el combate antes de la decisión de los jueces en cinco oportunidades.

Una polémica compleja que el Comité Olímpico Internacional ha tratado de despejar, pero que la proliferación de información falsa y opiniones sin fundamento, terminan por ensuciar al boxeo en general como deporte.

Nuevamente, una decisión poco clara de la IBA termina por perjudicar al boxeo en general. Es de esperar que esa organización pronto desista de tener injerencia en este deporte, antes de que se concrete la amenaza de quedar fuera de los Juegos Olímpicos Los Angeles 2028.