El 23 de septiembre de 1926 se llevó a cabo el combate con mayor audiencia en vivo del que se tenga registro, hacia aquella época, la bolsa del combate llegó a la increíble suma de 1.895.700 dólares[1] con una bolsa para Dempsey de $717.000 dólares y $200.000 para Gene Tunney. Un oscuro boxeador con diez años de experiencia, que saltó a la fama después de noquear inesperadamente a Tommy Gibbons, el principal retador del invencible Jack “Manassa Mauler” Dempsey, conocido por una agresividad y fuerza colosal con la que había botado 7 veces seguidas en un round a Jess Willard en 1919 que lo aventajaba en casi 20 centímetros y muchos más kilos. El combate fue promocionado por Tex Richards, quien muchas veces se cruzó con algunos chilenos en Nueva York, como Tani Loaiza, Luis Vicentini, Juan Beiza y Quintín Romero. A esas alturas Dempsey era virtualmente indestructible, había salido volando del ring en 1923 cuando enfrentó a Luis Firpo, en un increíble ring out, volviendo y estampando a Firpo, violentamente al piso. Dempsey aun en nuestros días tiene tal legado que boxeadores de la talla de Mike Tyson se declaran admiradores de su estilo violento y de corta distancia.

En la otra esquina estaba Gene Tunney, el niño bueno ya que había combatido como marine en la US Army,[2] durante la Primera Guerra Mundial, era campeón crucero invicto de las fuerzas armadas y se sabía un hombre culto amigo de importantes filósofos como Bertrand Russell, había dejado KO a George Carpentier el más importante boxeador de Europa y en 1925 dio el golpe a la catedra cuando saco de competencia a Tommy Gibbons.

La prensa de la época trata más bien con liviandad el encuentro calificando a Tunney como un boxeador oscuro, que tiene a ganar por puntos y no por KO como es la tónica en los pesos pesados, y más bien su único triunfo relucido fue el combate con Gibbons, por otra parte, la prensa nacional desmiente los rumores que corren desde 1921, cuando Jack Dempsey ganó el combate contra George Carpentier, la primera vez que la bolsa supero el millón de dólares, Dempsey se entregó a una vida disipada con poca regularidad en el entrenamiento y enfrentándose a rivales de poca valía. Incluso en 1925 solo realizó eventos de exhibición.[3] Por otra parte Tunney, habituado a la forma de vida militar, era muy riguroso con su entrenamiento físico y técnico.

Llego el día el combate en Sesquincentennial Stadium de Philadelphia, con la increíble cantidad de 120.000 asistentes incluso en otros medios llegan a los 130.000. Con un enorme ring side de 55.000 butacas, el estadio de hecho fue reconstruido para el evento, que dio ganancias estratosféricas para todos los involucrados, desde la ciudad hasta el ejército norteamericano que gano 100.000 dólares por ofrecer seguridad al encuentro.[4] El nivel el evento alcanzó tal notoriedad, que se enviaron corresponsales de todo el mundo a transmitir por telégrafo la pelea, incluso el medio chileno Los Sports también estuvo presente[5]con corresponsales nacionales. Era la pelea definitiva la técnica vs la violencia, el out figthing vs el infigthing, el combate, de manera algo extraña, se pactó a 10 asaltos, la mitología dice que esto puede haber sido debido al mal estado físico de Dempsey, este tenía planeado noquear en los primeros rounds y dar por finiquitado el encuentro, después de todo ya tenía 700 mil dólares asegurados. Por otra parte, era el momento del despegue de Tunney quien tenía la gran oportunidad de su vida.

La sorpresa la dio Tunney y a lo largo de 10 asaltos ganó de manera notoria por puntos, tal fue la conmoción en la época, que incluso Los Sports hace una nota cuestionándose el hecho que un campeonato del mundo pudiera resolverse por puntos, más aún al hablar de los pesos pesados. Sin embargo, este combate fue mucho más que dinero, espectadores y puntos. Tunney le dio una clase de boxeo a Dempsey, contragolpeando en cada movimiento de Dempsey, con un jab al centro de los ojos y una rápida derecha, así, en andanadas, como si de un buque de guerra se trataba, lanzaba ráfagas de cuatro golpes y se desplaza lateralmente, cuando Dempsey intenta colocar sus poderosos uppercuts, Tunney lo amarra con un clinch y se despega para dar otra ráfaga de jabs y rectos directos a la cara de Dempsey. Esta fue la faena conscientemente realizada durante 10 asaltos, que, si bien no noquearon al poderoso Jack Dempsey, si lo dejaron en ridículo y no tuvo ninguna chance real de mantener su título. La clave para este combate parece estar en el desarrollo de una técnica moderna de boxeo, hoy cuando analizamos los combates[6] de Tunney con Carpentier en 1924 y Gibbons, en 1925 se puede ver la evolución de su técnica aplicando fintas con la izquierda, logrando manejar una rápida derecha para su categoría, utilizando el ring con salidas laterales, un excelente juego de piernas. Tunney es uno de los mejores boxeadores de la historia, solo perdió una vez y fue ya en el ocaso de su carrera en 1934. Fue un estudioso y perfeccionista nunca se dejó estar en sus laureles y su boxeo continuo en continuo crecimiento. La pérdida del título mundial por el imbatible Jack Dempsey generó una enorme polémica en la época, he incluso se pactó una revancha en 1927, año en que Tunney volvió a ganar con una misteriosa y larga cuenta del réferi cuando Dempsey lo había mandado a la lona, pero esa es otra historia. El combate de los 120.000 espectadores significó un hito en la empresa del boxeo comercial, el más grande evento deportivo generado hasta la época con increíbles ganancias y una difusión mundial, prueba del furor que generaba el boxeo en el mundo. Por otra parte, también significó un significativo avance en la técnica del boxeo.

[1] Fleischer’s  Nat, “The Ring Record book and Boxing Encyclopedia”. The Ring 1979 pag. 93

[2] Fleischer’s. Op. Cit. Pág. 69

[3]Fleischer’s  Op. Cit. Pág. 189

[4] Fleischer’s  Op. Cit. Pág.  93

[5] Los Sports. “Norteamericana Deportiva” Lamberto Alvares Gayaou. Santiago 15 de octubre de 1923

[6]  Para ver los combates de Gene Tunney https://www.youtube.com/watch?v=2c2IYlq1HBw