Este martes se cumplieron exactamente 20 años del combate que cambió por completo la percepción del público mexicano hacia Oscar De La Hoya (21-0, 19 KO’s).   El descendiente de mexicanos buscaba coronarse en su tercera división, y para eso tenía que enfrentar al ídolo más grande que ha tenido México, el entonces campeón mundial superligero CMB, Julio César Chávez Sr. (96-1-1, 79 KO’s).

Gran parte de los fanáticos conocíamos que “JC” no era el de antaño, pero aún mantenía esa bravura y esa gran experiencia para dominar en la división.  De La Hoya era un joven  en todo su apogeo, que brillaba por luz propia, y su gran deseo fue obtener el cariño de los fanáticos mexicanos.  Anteriormente el había expresado su admiración por Chávez, y lo observaba como un ídolo.

El “Golden Boy”, como también se le conoce a De La Hoya, pensaba que venciendo al ídolo de los mexicanos iba a heredar esa posición.  Ese fue su más grande error, el pueblo mexicano es muy arraigado a su gente, orgulloso de sus raíces.  Apoyaban a Chávez y creían que este aún tenía suficiente para vencer a un joven virtuoso como De La Hoya.  Pero llegó la realidad,  Oscar con un boxeo con desplazamientos, velocidad de manos y combinando sus golpes a placer venció a Chávez por nocaut técnico en cuatro asaltos.  La superioridad de parte de De La Hoya fue clara.

La fanaticada de Chávez  no podía soportar el observar a su ídolo ensangrentado en todo el combate, gracias a una vieja cortadura que se recrudeció por los golpes del “Golden Boy”.  Aunque De La Hoya siempre ha gozado cierta popularidad en un sector de México,  nunca pudo obtener el apoyo general del fanático mexicano.

En fín, De La Hoya ha hecho todo lo posible para congraciarse en general con la fanaticada mexicana, pero la misma nunca lo ha perdonado.  Todo por derrotar de manera contundente a la máxima figura del boxeo mexicano, al “Cesar del Boxeo”, al “Gran Campeón Mexicano” la leyenda, Julio César Chávez Sr.