Fueron solo unos cuantos meses pero en dicho periodo acotado de tiempo muchas cosas cambiaron en la mente de Mario Contreras. Si antes sentía que nada podría pasarle arriba de un ring, hoy está consciente que en este deporte cualquier cosa puede pasar y eso ha significado un salto de madurez dentro de su carrera.

Pero para eso tuvo que vivir su propio vía crucis, uno por el cual incluso pensó, fugazmente, en abandonar la actividad, pero el deseo de cumplir sus sueños y sus metas y la compañía de sus más cercanos y gente ligado al boxeo le ayudaron a salir adelante y regresar con las mismas ganas que las que tuvo al momento de su debut en 2016.

Previo a lo que será su pelea ante el brasileño Felipe Mendes en el gimnasio All Boxing de la comuna de Providencia.

¿Cómo estás para este regreso a los cuadriláteros?

Me siento bien preparado, conforme. De todas formas no te voy a mentir, con un poco de temor. Hoy vi al rival y se me vinieron todos los malos recuerdos a la mente y me está jugando un poco en contra. Pero creo que es parte de esto y espero dar un buen espectáculo.

¿Qué fue lo que ocurrió en la pelea con Amitrano y qué lecciones sacas de ello?

Creo que al llevar tanto tiempo en el boxeo, casi 11 años, en todo este tiempo nunca me habían botado. Yo me considero una persona fuerte pero esta mano fue sorpresiva y sumado al azote que me pegué en la cabeza me afectó emocionalmente. Pensando en perspectiva pude haber seguido en esa pelea, pero psicologicamente estaba mal.

¿Cómo fue el proceso desde esa derrota hasta ahora que vas a regresar?

El proceso fue dificil, después de la pelea me sentí decepcionado, empecé a pensar en muchas cosas, sobre si continuar con mi carrera, emocionalmente estaba muy mal, subí de peso, llegué a pesar casi 77 kilos, entonces fue dificil retomar el estado físico, me costó bastante. Pero de todas formas se llegó al objetivo de llegar al peso.

Recuerdo que esa pelea la tomaste inmediatamente después de otra. ¿Fue ese un error, no haber descansado lo suficiente entre un combate y otro?

Creo que el error no fue ese, el error fue el rival. Yo pelearía todos los meses, pero elegimos un rival de mucha cateogría, no lo estudiamos muchos y quizás con mucha confianza. Yo estaba haciendo una pelea correcta pero esa mano sorpresiva cambió todo.

¿Cómo has preparado la parte mental para que los fantasmas de aquella derrota no surjan?

Mas que nada teniendo siempre en mente lo que puede suceder. Antes de la pelea de Amitrano nunca se me pasó por la cabeza que me pudiesen botar. Ahora tengo una propuesta diferente en mi cabeza, estando conciente de que cualquier cosa puede pasar y dispuesto a afrontar lo que sea. Estamos trabajando un desarrollo mental para cuando me sienta agobiado salir con más fuerza y espero tener buenos resultados.

He visto que muchos boxeadores y gente ligada al boxeo se ha acercado para ayudarte en esta preparación. ¿De qué manera este apoyo que te ha entregado el mundo del pugilismo te sirve para la pelea de este viernes?

Ese es un punto muy especial. Eso es lo que más rescato de este año. La gente que he conocido, las personas que me han acompañado, la amistad que he cultivado con Bravo y especialmente con Gonzalo Fuenzalida que me ayudó mucho, eso es lo que más rescato de este año y por lo mismo quiero dar lo mejor en la pelea.

La velada comienza a las 19 horas este viernes 1 de diciembre y las entradas tendrán un valor que oscilará entre los 10 y 12 mil pesos.