Este mes de agosto ha sido especial para el “Ingeniero” Julio Álamos. Después de lo cerca que estuvo de conquistar un título mundial para nuestro país, el púgil chileno se concentró en un nuevo desafío: clasificar para los Juegos Panamericanos.

Fue así que cerró con una victoria su participación en el Clasificatorio organizado por la Federación Chilena de Boxeo, derrotando en la final de su categoría a Diego Guerra, logrando el último cupo dentro de la selección que nos representará en Santiago 2023.

Pero eso no es lo único que lo ha tenido ocupado este mes de agosto, además, su gimnasio Habana Boxing, celebrará seis años de vida con una velada aniversario este 26 de agosto que además contempla otras sorpresas.

Conversamos con Julio Álamos en nuestro canal de YouTube a propósito de su clasificación a los Juegos Panamericanos, su paternidad y su faceta empresarial.

Han pasado hartas cosas desde la última vez que tuvimos la oportunidad de conversar, en particuar este mes ha sido bastante agitado. Has peleado el cupo a los Panamericanos, también organizando todo para el aniversario de tu gimnasio y también con las responsabilidades propias de un padre de familia. ¿Cómo haces todas esas cosas?

(Ríe) Eso es lo más difícil, ser padre, es el desafío y la pelea más grande que he tenido que enfrentar en mi vida. Bueno, lo más importante es tener alguien que me apoya. Mi señora me apoya a full. Trato de compatibilizar lo que es pega y deporte durante el día, darles de comer y si en la noche tengo, por ejemplo, sparring o algo más duro, al otro día, ella se levanta darle la leche a las niñas, se preocupa de que duerma lo más posible para poder rendir en el entrenamiento, así que no es fácil, pero es un compromiso que tenemos como familia, un proyecto de los dos y sin el apoyo de ella no podría hacer los entrenamientos día a día

¿Cómo cambian las cosas cuando uno es padre?

Empiezan a cambiar las prioridades. Ya uno no tiene 20 años y sueña con vivir del deporte, viajar y no hacer nada, sino que ahora tengo una responsabilidad, tengo que llevar el pan a la casa como se dice y te cambia la forma de ver las cosas, y como que uno deja de ser el centro del mundo, por lo menos para mí, uno deja de ser tan egocéntrico, de preocuparse solo de uno y te das cuenta que estas personas dependen de ti y esa mirada como que te hace tener otra perspectiva de lo que pasa, o sea, yo creo que solamente lo que son padres me pueden entender porque realmente yo no lo podría haber explicado antes de ser papá, de poner a otra persona antes que a mí mismo, o sea, yo puedo no dormir o no comer, mientras que les doy cariño o algo para que estén bien, deja de importar esa ese sacrificio.

Estuviste rozando la posibilidad de ganar un título mundial, no se dio, pero ahora está la posibilidad de representar a Chile en los Panamericanos. ¿Cómo lograste conseguir el cupo y que ilusión te provoca representar al país y, si todo sale bien, clasificar a los Juegos Olímpicos?

Me invitaron en febrero a participar primero en una eliminatoria en abril, gané todos los combates, después me salió la oportunidad de pelear por el título del mundo en julio así que me enfoqué en el boxeo profesional y luego de eso volví al último eliminatorio hace poco en agosto y logré ganar el cupo. Estoy contento porque es una oportunidad que se da después de ocho años de mi último intento para un Panamericano. Hace 8 años perdí con México y no logré clasificar, pero ahora nada mejor y más importante y orgulloso de poder representar a mi país, a Chile en el evento más importante de nuestra historia, o sea, tengo un gran compromiso y estoy muy contento de poder realizarlo.

¿Cómo será la preparación para los Juegos Panamericanos?

La preparación ya comenzó. Ya estamos en la tercera semana de entrenamiento con el profe Jesús (Martínez) que fue el coach de la selección por 8 años, o sea, el nivel de experiencia que tiene en el boxeo olímpico es gigantesco y me integro a la selección nacional que está en Colombia, si no me equivoco, en septiembre para irme a un entrenamiento a la altura en Bogotá y darlo todo. Estoy súper enfocado, súper motivado con hacer un buen papel y creo que el entrenamiento en altura va a ser muy beneficioso para terminar la preparación y llegar en óptimas condiciones a Santiago.

¿Te ilusiona la posibilidad de ganar una medalla y llegar a los Juegos Olímpicos?

De todas maneras, o sea, no estoy haciendo esto para solo decir que fui un Panamericano, mi intención cien por ciento es llegar a un podio porque ser medallista panamericano sería un hito más dentro de mi carrera que creo me faltó y me encantaría poder decir el día mañana que, aparte de todo lo que hice en el profesional también logré una medalla panamericana y haber participado en un Juego Olímpico, o sea, me encantaría poder tatuarme las cinco argollas en alguna parte del cuerpo, representar a Chile en una olimpiada sería un sueño.

Este mes también es bastante especial para ti porque está de aniversario tu otro hijo: el gimnasio Habana Boxing que cumple en agosto seis años ¿Cómo ha sido este proceso?

La verdad que muy feliz, ha sido un proyecto que nació de la pasión, del amor que uno tiene el deporte y ha dado los frutos. Es cosa de ver la cantidad de gimnasios de boxeo recreativo que han nacido en Santiago y en Chile. Estoy orgulloso de haber sido pionero, no fuimos los primeros, pero sí de los primeros que se atrevieron a darle otra mirada al boxeo, acercarlo a la gente, demostrar que no son solo golpes, sino que es un deporte muy lindo y que se puede enseñar de forma recreativa. Además estoy contento porque va a ser un aniversario especial, voy a poder boxear, vamos a hacer una exhibición, así que vamos a dar a darle a la gente un poquito de lo que es el boxeo competitivo de alto nivel y motivado. Se sufrió durante la pandemia, costó sacarlo adelante, pero se logró.

¿Hay entradas a la venta y qué está previsto para la noche del 26 de agosto?

Para la venta pueden escribir al whatsapp que aparece en nuestra página de Instagram, hay que aprovechar la preventa porque obviamente son más baratas, es un evento bien entretenido, haremos ocho combates donde hay cuatro de alumnos que muestran lo que han aprendido en el boxeo, después hay cuatro combates más de el equipo de competencia con otros clubes de Santiago y de fondo voy a estar yo con Diego Perales haciendo una exhibición, después hay una fiesta, hay una barra para mayores de 18 y se forma un buen ambiente de discoteca con DJ con salsa cubana bien entretenida, así que será un evento bien choro y dejo a todo el mundo totalmente invitado.

Volviendo a lo deportivo Julio ¿Cómo se proyecta tu carrera como profesional?

Luego de los Panamericanos espero en un mes o seis semanas después volver al boxeo profesional. El entrenamiento panamericano me va a servir sí o sí para volver a un alto nivel. Me han llamado prácticamente todos los meses para ver cuándo puedo pelear y apenas termine el Panamericano espero tener un compromiso, posiblemente en Europa o sino mi sueño es pelear en Estados Unidos, en Las Vegas. Estoy en un punto de mi carrera donde no hay peleas fáciles, siempre seré la visita, el lado B, pero estaré bien preparado para dar la sorpresa y traer un triunfo a casa.

Han pasado algunas semanas después de tu pelea por el título del mundo. ¿Qué te faltó en esa pelea?

En lo personal creo que me falló la cabeza un poco. Nunca me había tocado pelear con tanta gente en contra, o sea, eran más de cinco mil personas en el estadio y cada vez que Olijah me tocaba, aunque llegara a los guantes, el estadio gritaba, eso nunca lo había vivido. Me pasó que después de ver la repetición ví que iba muy bien hasta el cuarto round, pero luego del quinto recuerdo que volví a la esquina y pensé que iba perdiendo por lejos, entonces me pilló la frustración de pensar que no iba a poder ganar y eso afectó en mi rendimiento. Si analizas, los primeros cuatro rounds los hice bien y los últimos tres donde me voy con todo también, entonces, creo que el error fue que a mitad de la pelea me dejé llevar por el público y por pensamientos ajenos a la realidad.