Jorge Drouillas Espinosa[1]

 

Hace un par de semanas escribí una columna histórica en relación a los 102 años de la Federación de boxeo[2]. En donde comentaba sus ajetreados primeros años, en torno a la fundación de una Federación que permitiera el crecimiento de este deporte en Chile.

Siendo en su inicios una de las federaciones deportivas más poderosas del país.  Llegamos a tocar fondo con dos asociaciones paralelas[3]. Con inmuebles en “Facebook” y decretos vía el mismo canal. Por otra parte la Federación de boxeo de Chile, la cual hace todo en el secretismo más absoluto, sin canales de información. Siendo una broma de humor negro que la última publicación de su sitio fue en 16 de diciembre de 2016[4]. Cuando debería ser este el canal que responda por las acusaciones, de mala gestión y otros lamentables hechos. Así mismo fomente e informe de las competencias.

Pero esto no es así, no hay organización, no se comunican las decisiones más que por boca a boca, tal como si un cometario de pasillo fuera la única vía muy poco seria de información. Sumado a esto último, con escasas iniciativas deportivas, siendo a los sumo 2 campeonatos naciones organizados, con fechas antojadizas y en horarios inverosímiles.

Yo reconozco el enorme esfuerzo que han hecho personas como Vladimir Herbe o Luis Valenzuela, quienes son enfáticos en priorizar la competencia. Pero en estas mismas veladas ocurren eventos marginales como la riña en plena mesa de control entre Eugenio Merellano y Victor Gallegos[5], quien logrando el milagro de San Francisco de Asís, posee el don de la ubicuidad y está en ambos directorios de las dos federaciones[6]. Este escenario es francamente catastrófico, como es posible que una de las instituciones deportivas de más trayectoria, terminara así. El problema parece estribar en que los directorios o presidentes funcionan igual que monarquías absolutas en donde el capricho parece ser la norma para tomar cualquier tipo de decisión. Los mismos nombres se repiten hasta el hartazgo, esto crea la sensación y la práctica de funcionar de formas paralelas. Dando paso a irregularidades y  personalismos inútiles. Claramente el funcionamiento antojadizo de la Federación lleva a este escenario, los que estamos tratando de informarnos del mundo del boxeo, por medio de la quiromancia ya que no existe otro medio, solo sabemos que todo funciona de forma nebulosa.

Ahora por otra parte, la federación paralela se escuda, en que su líder es abogado y posee escolaridad. ¿qué clase de argumento es ese?, sabemos que existe en Facebook un “lugar mágico donde todo puede suceder”, además que sus integrantes con escolaridad escriben con mayúscula sus comunicados. Ese es su proyecto lleno de faltas ortográficas y sin existencia material. Como parte de los profesores del Club Universitario ubicado en el campus Juan Gómez Millas, habíamos planteado la posibilidad de federarnos, pero bajo estas normas, la opción de pertenecer alguna de las federaciones, se fue a pique. Claramente no nos mezclaremos en este espectáculo decadente y deprimente en el que se encuentra la dirigencia del pugilismo nacional. Esto simplemente llevara al auge del boxfit,  una disciplina sin competencia en donde tener un cuerpo tonificado es lo único que importa. Sin más que lamentar que esas divisiones irreconciliables, solo afectan al deporte que tanto amamos.

[1] Magister en historia y ciencias Sociales, historiador de boxeo. Monitor en el club de boxeo universitario.

[2] http://boxeadores.cl/2017/05/01/102-anos-de-la-federacion-de-boxeo-de-chile/

[3] http://www.fechibox.cl/web/http://boxeadores.cl/2017/05/17/el-pugilismo-chileno-toca-fondo-habra-dos-federaciones-de-boxeo/

[4] http://www.fechibox.cl/web/ francamente ridículo

[5] Hecho mas que reprochable del que fui testigo como juez, incluso con la llegada de carabineros

[6] Revisar nota de Claudio Medrano http://www.fechibox.cl/web/http://boxeadores.cl/2017/05/17/el-pugilismo-chileno-toca-fondo-habra-dos-federaciones-de-boxeo