Uno a uno han caído derrotados las figuras y campeones cubanos, Rigondeaux ,Ortiz y el sábado Lara. Así mismo los prospectos como Barthelemy. Cuba una potencia en el boxeo amateur, se quedó sin campeones mundiales. Si bien fue dando batalla en el caso de Ortiz, Dorticos y Lara, en otros fue bajo un desempeño para el olvido como Rigondeaux contra Lomachenko. El boxeo cubano destacado por sus contragolpes, técnica depurada y habilidad en el ring, ha quedado fuera los podios. Las razones parecen ser varias:

 

El factor edad: la media de las superestrellas cubanas es de 35 años, Ortiz tuvo una oportunidad por el título a sus 39 años. Los boxeadores cubanos por lo general vienen de dilatadas carreras amateur, y en el caso de Lara y Rigondeaux, exiliados de Cuba ya sea por la fuga u otros medios reñidos con la legalidad. Esto les juega en contra ya que se ven dentro del boxeo profesional con una media de años superior a sus rivales norteamericanos, en las tres peleas recientes en las que las estrellas del boxeo han caído, se vieron agotados, asi fue el caso de Ortiz en el noveno asalto contra Wilder, o Rigondeux en el festival de abrazos semejante a un año nuevo contra Lomachenko y el mismo Lara, quien fue inteligentemente castigado por Hurd se veía acabado en los asaltos finales. El envejecimiento de los boxeadores cubanos es un hándicap con el que cuentan desde que llegan al boxeo profesional.

 

El Factor Miami: el grueso de los cubanos que ingresan al boxeo profesional, tienen como base de operaciones, el Estado de Florida, en donde si bien cuentan con las comodidades en torno a contactos y el idioma, pero carecen de una competencia como es debida en esas latitudes, el circuito de Miami, está bien para quienes están en un progreso boxeril, desde países latinoamericanos, pero no así para figuras talentosas como Erislandy Lara, quienes necesitan un flujo de sparring y competencias para subir el siguiente escalón técnico. La zona de confort muchas veces es peligrosa, como le sucedió a Ortiz, quien constantemente se enfrentó a rivales de dudosa valía y nunca sostuvo encuentros en Europa en donde podía encontrar rivales mayor categoría, salvo hacia fines de sus últimas peleas. También existe en esta zona de confort un problema en la docencia y entrenamiento para el boxeo profesional. Ya que si bien hay emigrados cubanos de mucha categoria, el paso al boxeo profesional sigue siendo un salto distinto, en el primer mundo. Esto nos lleva al último factor de declive, el espectáculo.

 

El Factor espectáculo: El boxeo amateur es a los “puntos” no existen noqueadores, como tampoco abundan en las competencias de primer nivel como campeonatos mundiales o olimpiadas, por lo tanto, el boxeo cubano cumple con sus objetivos, tocar y no ser tocado, rápidos contragolpes y desplazamientos magistrales. Sin embargo, la cosa cambia cuando se pasa el boxeo rentado como alternativa de vida, aquí ya no hay Estado patrocinador, ni entrenador nacional, tampoco infraestructura deportiva asegurada. El boxeo profesional es estrictamente un negocio, en el cual el objetivo es generar ganancias y si bien Erislandy Lara da clases magistrales de contragolpes y movilidad, nunca ha tenido muchos adeptos, ya que sus combates se vuelven una maratón de 12 asaltos. Ortiz escapaba un poco a la norma ya que su peso le permitía terminar por la vía rápida de forma espectacular, pero su carrera ha estado interrumpida por el doping y la falta de peleas regulares y grandes carteleras, Dorticos tuvo buenas peleas en Super Series, pero hablo más de la cuenta de su doctorado en boxeo y fue ridiculizado por Murat Gassiev. El caso de Rigondeaux, fue espectacular al momento de vencer a la súper estrella de Top Rank, Nonito Donaire, quien se esperaba fuera el nuevo Pacqueiao, pero en una mala noche el filipino lo perdió todo y para siempre. Esta victoria tuvo dos caras para el cubano, lo resalto como un peso gallo de exquisita habilidad, pero a su vez lo volvió el mayor enemigo de Top Rank, durante años el importante Promotor Bob Arum sostuvo que una pelea con Lomachenko “seria una pelea de mierda” esto llevo a Rigondeaux a divagar con rivales de escaso peso y tratar de “impresionar” para que sus peleas no terminaran en abucheos. Es claro el publico del boxeo profesional, espera una pelea tipo Mickey Ward vs Arturo Gatty y no una maratón tipo Lara o Rigondeaux, Maywheter escapa a la norma ya que el en sí mismo es un producto de ventas. Los cubanos han tenido el camino cuesta arriba, para adaptar su estilo amateur a un estilo comercial, es un poco lo que vimos de Lara, el sábado fajándose con un Hurd que parecía dos categorías más arriba y eso le paso la cuenta, con un ojo derecho cerrado y notablemente castigado, fue derribado a aparatosamente.

El boxeo cubano siendo uno de los mejores a nivel mundial, no dio la talla para el espectáculo del boxeo profesional y sus astros están en desgracia. Para Lara ya será difícil conseguir una pelea lucrativa contra Charllo o Brook así mismo Ringondeaux después de su pésima participación, ni siquiera es posible que vuelva a pelear, así mismo para el veterano de indeterminada edad Luis Ortiz. Las estrellas del boxeo profesional cubano cayeron es desgracia.