El presidente de boxeo amateur, Gafur Rakhimov, dice que “entiende” las preocupaciones del COI por la problemática AIBA, que ha paralizado los preparativos de este deporte para los Juegos Olímpicos de Tokio del próximo año.
El empresario uzbeko culpó por la situación “extremadamente grave” a las puertas del anterior presidente Wu Ching-Kuo, quien esta actualmente tras las rejas.
“El antiguo liderazgo de AIBA dejó a nuestra organización en un completo lío, no solo financieramente sino también en términos de gobierno, antidopaje y arbitraje“, afirmó.
El destino de boxeo en Tokio depende del resultado de una investigación sobre el AIBA por parte del Comité Olímpico Internacional.
El COI presentó al cuerpo una lista de 41 preguntas a través de la firma de auditoría Deloitte, quien luego informará al COI.
Rakhimov se jactó de que bajo su liderazgo, la AIBA ha “mejorado dramáticamente en todos los frentes“.
“Los miembros de AIBA y los boxeadores de todo el mundo deben estar orgullosos de esto”, agregó, y declaró que la organización “está saludable ahora y en mejor forma que nunca”.
Instó al COI a poner fin a la incertidumbre sobre la presencia del boxeo en Tokio.
“Nuestros boxeadores están esperando, necesitan saber cuándo, dónde o cómo clasificarse para los Juegos Olímpicos del próximo año. ¡Deben ser la prioridad de todos!”
Las relaciones entre el COI y AIBA se vieron muy afectadas en los Juegos Olímpicos de Río 2016 cuando se suspendió a 36 funcionarios y árbitros en medio de las denuncias de arreglos de combate. Tras el famoso episodio que involucro a Michel Conlan vs Vladimir Nikitin.
La elección de Rakhimov en noviembre también causó fricciones, ya que el Departamento del Tesoro de EE. UU. Lo vinculó con “organizaciones criminales transnacionales“, un cargo que él rechaza con vehemencia, y calificó de “error” su presencia en la lista.