Nicolás Orellana se acerca al ring de pelea, sparring y entrenamiento para corregir algunos golpes y movimientos de Andrés Campos, actual campeón latino WBO y Fedebol WBA. Actualmente, está en el lugar número cuatro del ranking de la organización mundial de boxeo. Campos defenderá su cinturón contra el mexicano Sebastián “gallito” Gómez. En el ambiente se siente cierta tensión propia de la preparación de una pelea. El misticismo que existe cuando se hacen los paragolpes y el peleador se imagina la cara del rival en los focos del entrenador. El calor del verano, mezclado con la humedad “al enfermito le gusta entrenar con las ventanas cerradas”, dijo Orellana tras el comentario de que estaba caluroso. También, se nota la fatiga por el duro entrenamiento. Además, la dieta hace que se vea cansado, con las ojeras llegando al piso. Al fin y al cabo, Andrés solo come lechuga con tomate y un poco de carne.

Campos peleó en marzo del año 2020, un par de días antes que decretaran cuarentena. Tuvo que pasar un año para que el púgil tuviera otro enfrentamiento, en una pandemia que no ha dado tregua. Entre abril y junio del 2021 la situación sanitaria no fue de las mejores y se suspendieron todos los eventos deportivos que no fueran fútbol. Otro golpe en la carrera boxística de Andrés. Como él, hay otros que han sido afectados por la pandemia. Gimnasios que han estado al borde de la quiebra y han quedado con deudas millonarias. Eventos suspendidos y retiros sorpresivos de luchadores que vivían del boxeo. También, incursiones políticas para cambiar de aires e intentar mejorar la gestión pública en el deporte. Ganas de empezar a entrenar para quitarse meses de encierro.

Julio “el ingeniero” Álamos, dueño y administrador de “Habana Boxing Club” y boxeador profesional comentó que “la pandemia pegó fuerte, estuvimos ocho meses cerrados, sin posibilidad de trabajar. Estamos recién empezando a levantarnos”. El gimnasio de Álamos sobrevivió por dos factores. Primero, Julio tenia un fondo de emergencia para situaciones extraordinarias como en primera instancia fue el estallido social y unos meses después fue la pandemia. Según el ingeniero, el dinero guardado solo duro un par de meses. Esta plata, originalmente estaba destinada para construir otro gimnasio. Además, tuvo que pedir créditos para poder subsistir los meses de encierro. El otro factor que lo ayudó para no cerrar fue que el arrendatario del local en donde se instaló Álamos le congeló el arriendo.

Julio Álamos y parte del equipo de Habana Boxing.

Julio se endeudó y pidió créditos. El fondo de garantía para el pequeño empresario (Fogape) lo ayudó para que “Habana Boxing Club” subsistiera. El “Fogape reactiva” fue utilizado por la mayoría de los microempresarios que se vieron perjudicados por la pandemia. Según la pagina de Banco Estado, es una medida de apoyo económico que incluye financiamiento para capital de trabajo, inversión y refinanciamiento para las micro, pequeñas y medianas empresas. Existen dos condiciones indispensables para acceder al financiamiento. Primero: “Podrán acceder clientes con ventas anuales de hasta 25000 UF”. Segundo: “No deben poseer mora mayor a 89 días en el sistema financiero”.

Joan Polanco también se vio afectado por la Covid-19. El dueño y administrador de “All Boxing Club” estuvo en serios problemas y consideró seriamente cerrar el gimnasio: “El riesgo de que tuviéramos que tomar la decisión de cerrar el club, al pasar los meses, se hacía más alto. Para ser sincero, pensamos en junio, que, si para septiembre no había cambios, íbamos a cerrar el club”. Polanco para no quebrar aplicó medidas parecidas a las de Julio. Es así como, renegocio el arriendo y participó en concursos Corfo: “Como es un concurso, tienes que cumplir con los requisitos. Cuando me lo gané, el factor económico era el promedio de venta de los últimos doce meses, vendimos un mes trecientas lucas y los otros meses cero, lo ganamos. Eran cuatro millones de pesos”. Para Joan, el dinero se fue solo en el arriendo.

Alto rendimiento

El boxeo profesional chileno se ha visto afectado en casi todos sus componentes. Nicolás “Maverick” Martínez es promotor y mánager de boxeo profesional. Dentro de su círculo cercano esta Andrés, Ramón Mascareña y Junior Cruzat. Las dos veladas profesionales realizadas en el momento más álgido de la pandemia en Chile estuvieron organizadas por Martínez. El último evento no estuvo exento de polémica. Los combates estaban organizados para el sábado 13 de marzo. Sin embargo, la Región Metropolitana retrocedió de fase y el evento se tuvo que adelantar un día. En consecuencia, no hubo publico en las gradas. Respecto a esto último, el representante dijo que “como es sin público, es un gastadero de plata tremendo”, esto se debe a que el pugilismo nacional se financia por las entradas vendidas.

Para el promotor, fueron duros los efectos colaterales de la pandemia: “Tenía barberías, gimnasios, obviamente se fue todo al tacho de la basura. Tuve que cerrar una de mis barberías, me desasocié con mi socio, me quedé con un solo gimnasio. Además, la proyección de las veladas se fue a la basura”. Respecto a lo último, se ha complejizado la organización y realización de peleas.

Andrés Campos junto a Nicolás Martínez.

Daniela Asenjo actual campeona chilena super mosca, latina OMB y AMB, en conversación por Zoom dijo como se ha visto perjudicada estos últimos 18 meses. Debido a la complejidad logística para calendarizar peleas, la defensa de sus títulos se aplazó tres veces. La primera ocasión fue al inicio de la pandemia, en abril del 2020. Esta se corrió para septiembre, pero las condiciones sanitarias no lo permitieron. Luego, la contienda por el cinturón de la federación internacional de boxeo (FIB) se suspendió en mayo: “Manejar la frustración después de tantas ocasiones fallidas, no poder disputar por motivos externos un título, es complicado”. Asimismo, la pérdida de auspiciadores significó no tener financiamiento para poder mantener la carrera deportiva, por lo que tuvo que buscar nuevas fuentes de ingreso. Para cubrir sus gastos mensuales acudió a la venta de sándwiches. También, hizo clases personalizadas. Y fue candidata a diputada por el distrito 24 en la Región de Los Ríos.

La cantidad de pelas ha bajado exponencialmente entre 2020 y 2021. Durante el 2019 existió un peak de peleas, ese año se realizaron 67 combates. Por el lado contrario, al año siguiente solo se presenciaron 17 luchas, es decir, hubo una disminución del 74%. Para este año, la situación es aún más crítica, ya que se han realizado 5 enfrentamientos profesionales, lo que equivale a una disminución del 93% respecto al 2019 y un 71% en comparación al año pasado. Luis Valenzuela, presidente de la Comisión Nacional de Boxeo Profesional en Chile, agregó que esta disminución significó la suspensión de contratos con Canal 13 y TVN. Prácticamente, “el boxeo profesional está en la lona”. En términos pugilísticos, para Valenzuela, la cuenta va en tres y el boxeo se ve mal.

La campeona nacional Daniela “Leona” Asenjo.

Ave Fénix

Después de las cuarentenas y los malos momentos, el boxeo esta resurgiendo. Los gimnasios han abierto sus puertas y el público ha respondido positivamente, llenando los recintos deportivos. Además, se están planificando veladas para cerrar el año de manera positiva. El próximo año no será la excepción y Nicolás Martínez va a calendarizar, al menos, cuatro eventos, todos con espectadores.

Los dueños y administradores de gimnasios coinciden en que en los últimos meses ha habido un boom en las inscripciones. Para Polanco “no ha sido difícil atraer al público a los gimnasios. Ha tenido una respuesta espontanea de querer sacarse 17 meses de encierro”. Álamos comentó que la gente esta chata del encierro, por lo que llegó sola. Asimismo, ambos coincidieron en que el deporte es salud y ayuda a luchar contra la Covid-19. Joan fue enfático en que: “Hay una fuerte carga de estrés, obesidad y mala condición física. La gente viene a entrenar porque hay una sensación de imposibilidad de salir al mundo”.

Alexandra empezó a entrenar hace poco tiempo. Lleva solamente cuatro meses aprendiendo el deporte de los guantes. Para ella, el boxeo solo ha traído consecuencias positivas: “El boxeo me trae paz mental, me libera. Toda la mala energía la estoy usando en algo bueno para mí”. También, agregó que cuando entrena se desahoga y que ante todos los problemas encuentra una solución. Este deporte “llegó para balancear mi vida, no irme de un extremo a otro”.

Antes de la pandemia, el pugilismo nacional estuvo en llamas. El fuego se extinguió y quedaron solo las cenizas. Sin embargo, en los últimos meses, esta actividad ha dado muestras de su valía y está resurgiendo. Para el dueño de “All Boxing Club”, “la afectación fue fuerte, quien no murió en este proceso salió mancillado. Todos recurrieron a algún medio para pasar este tiempo, igual sobrevivieron muchos más gimnasios de los que se pensaba. Ahora todo viene con fuerza”. La última velada en Chile fue organizada por Nicolás Martínez. En este evento estuvieron en juego cuatro títulos internacionales. Dentro de los nacionales que se presentaron a pelear están Andrés Campos y Ramón Mascareña, quienes ganaron sus respectivas peleas. El primero por decisión unánime y el segundo por KOT en el tercer asalto.

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