De manera irónica, la “no decisión” ratifica un poco lo que ha sido la carrera de Rigondeaux en los últimos tiempos, porque dejaría al cubano sin nada para mostrar en lo que va de 2017.
El cubano no puede alejarse de las críticas y la victoria de este sábado en el Mandalay Bay no ayudará mucho a revertir la imagen de boxeador "aburrido" de Rigondeaux.