Este sábado y demostrando una abierta superioridad, Anthony Joshua logró vencer por TKO a Carlos Takam, en el décimo asalto del combate en una decisión del réferi que, a primeras luces, se mostró como apresurada. Con la posterior revisión de imágenes, se puede notar que Takam recibió 4 derechas directas, de un rival de 115 kilos, lo que claramente demuestra que el árbitro actuó como debe ser, para la protección de la vida de los púgiles y no al contrario.

En un combate que intentó venderse en semanas previas como una “supuesta prueba” para el dominio de Joshua en la categoría, demostró no ser más que un bluff, con un Carlos Takam que parecía tener la cabeza de granito y ninguna otra habilidad, Joshua lucio cómodo, después que el combate contra Kubrat Pulev se cancelara por lesión. Por ahora Joshua parece no tener rivales de peligro más allá de las bravuconadas de Tyson Fury, Joseph Parker y Deontay Wilder quien aún no puede encontrar rival.

La categoría de los pesos pesados tiene un difícil futuro ya que se encuentra en una posición asimétrica en la cual los campeones mundiales como Wilder o Joshua, no tienen rivales competitivos y los rankings en los primeros lugares, padecen de dopings, lesiones y sobrepeso. Al parecer el combate de ayer significa el cierre de año para esta categoría que sin lugar a dudas está en crisis.