Era una pelea esperada, en la que se discutió acaloradamente el choque de estilos técnicos, la gran trayectoria amateur de ambos púgiles. Rigondeaux llevaba meses en una ácida campaña para conseguir una pelea que le diera credibilidad. Con posteridad al desastre de su combate con Flores, pelea que fue declarada invalida debido al golpe ilegal del cubano, posterior al toque de campana y la pasividad criminal del arbitro. El cubano necesitaba una pelea de renombre para levantar su carrera con escasos eventos, con posteridad a su clásico combate con Donito Donaire, en donde alcanzo fama mundial, ya lejanos eran sus días de gloria amateur en el equipo cubano al que abandono.

Rigondeaux arriesgando mucho, necesitaba este combate ya que solo un buen desempeño lo devolvería a las primeras carteleras del boxeo mundial. Por otra parte Lomachenko derribando rivales de escaso valor y dando muestras de soberbia en sus combates, avanzaba meteórico, sin tener muchos competidores en el horizonte y con un posible ascenso de categoría. Era para ambos era la oportunidad de dar un buen espectáculo y realizar un negocio que los favoreciera al futuro.

Rios de tinta fluyeron sobre el choque de estilos y sobre la diferencia de los alcances, sobre sus técnicas, vídeos promocionarles en los que ambos salían haciendo proezas inimaginables con paragolpes, conos y cuanta cosa inútil para el boxeo que pueda parecer veloz y eficaz. La pelea se vendió bien, todos los que comentamos boxeo, esperábamos algo a la altura de Joshua-klitschko o Canelo-GGG, una pelea que haría historia, por la elevada calidad técnica de los púgiles y las expectativas que generaba el encuentro. La pelea fue histórica, es verdad, por recordar dos grandes abandonos de la historia del boxeo, el famoso “no más” de Roberto Duran y mas aun la mas famosa lesión en el hombro de Sonny Liston en 1962, cuando al sexto asalto de su combate en defensa del titulo mundial pesado, abandona ante un joven Casius Clay, quien lo humillo con su velocidad y mejor boxeo. En esta pelea, sucedió algo similar, Lomachenko si bien no realizo un boxeo espectacular al que nos tiene acostumbrados, intento ganar la pelea con volumen y velocidad, el cubano se vio superado y empezó una aburrida campaña de amarres que no cesaban hasta el descuento del arbitro. Llegando a su esquina y anunciando una misteriosa lesión en su muñeca.

Fuente: http://www.boxingscene.com/lomachenko-rigondeaux-compubox-punch-stats-other-facts–123288

Ahora según los datos del Compubox, en toda la pelea se habría acertado la irrisoria cantidad de !15 golpes¡ ante esto nos queda, pensar, si esos 5 golpes de poder que logro conectar ¿fueron tan increíblemente fuertes que lesionaron su muñeca por la abrumadora potencia desplegada? y si fue así ¿porque Lomachenko no cayo fulminado por uno de estos golpes dignos de un anime?, claramente la excusa de la lesión es un bluff como lo fue en su tiempo, cuando Sonny Liston que era un matón, no pudo tocar a Clay y ahora Rigondeux recurrió a la misma excusa. Al terminar la pelea, alguien de la audiencia alguien gritó, “la próxima pelea de Rigondeaux será en Paraguay”. Probablemente no le alcance ni siquiera para Guyana Francesa. Al parecer cuando las cosas no se le dan como él espera, simplemente se fuga. Triste fin para una de las peleas que buscaba ser uno de los hitos del año. La moraleja para todos fue, mucho cuidado con las expectativas.