Con dos definiciones de título en un mismo programa, arranca el 2016 para la división de los pesos pesados en al Barclays Center de Brooklyn, NY. En la batalla estelar, el invicto monarca del CMB, Deontay Wilder (35-0 con 34 KOs) defenderá su corona frente al polaco Artur Szpilka (20-1 con 15 KO). En la semiestelar, el ucraniano Vyacheslav Glazkov (20-0-1 con 13 KO) enfrentará al invicto noqueador estadounidense Charles Martin (22-0-1 con 20 KO), por el vacante cetro pesado de la FIB.

Las dos batallas, pero en especial la Wilder vs. Szpilka, son fundamentales para avizorar la forma en que transitará la categoría por un 2016 lleno de promesas y expectativas. Ocurre que de ganar Wilder, es posible que sobre finales de año se enfrente al ganador de la revancha prevista para el mes de mayo entre el campeón de la OMB y súper campeón de la AMB, Tyson Fury, y el ucraniano Wladimir Klitschko.

La presencia de Deontay Wilder, que al menos en la estadística es el noqueador más efectivo de la actualidad con un 97% de sus rivales vencidos antes del límite, le agrega atractivo a las peleas del 2016. Pero llegado a este punto es necesario preguntarse sobre la verdadera calidad del estadounidense. ¿Está llamado Wilder a ser la nueva súper estrella de los pesos pesados? Pese a su impresionante palmarés es imposible responder esa pregunta.

Wilder construyó su asustadora estadística noqueando, uno detrás del otro, a rivales de nivel inferior o ilustres desconocidos. Recién en su batalla número 33, el 17 de enero del 2015, enfrentó a un oponente de nivel superior: Bermane Stiverne. Fue el día en que ganó el título CMB y también el día en que por primera vez no consiguió noquear a su oponente. En sus dos siguientes batallas, consiguió sendas victorias antes del límite que dejaron más dudas que certezas sobre su verdadero potencial.

El 13 de junio sufrió para vencer a Eric Molina que hasta consiguió lastimarlo y en otra guerra donde pasó serios sofocones, el 26 de septiembre, recién pudo vencer al francés Johann Duhaupas en el penúltimo asalto.

El polaco Artur Szpilka, es más pequeño pero es movedizo, rápido y de ser necesario apela al boxeo técnico con bastante acierto. Es de esperar que en la batalla del Barclays Center utilice ese recurso, salida hacia laterales, golpeo desde los ángulos o entrar y salir buscando sorprender. A esa herramienta, debemos sumar su guardia zurda, algo que también le complicará la existencia al estadounidense de guardia ortodoxa.

De todas maneras, Deontay Wilder es amplio favorito para llevarse la victoria por la vía rápida, pero no creo que ella suceda antes del sexto asalto. Se espera que luego de la mitad del combate, el estadounidense ajuste el plan de pelea, logre encontrar la distancia y sea efectivo con sus impactos de poder.