El campeón mundial ligero AMB, Jorge Linares (41-3 con 27 KO), se enfrenta este sábado en Manchester, Inglaterra, al ex monarca británico Anthony Crolla (31-5-3 con 13 KO), en una pelea complicada y con un tercero en discordia: el campeón ligero del CMB, Mikey García. Si bien es favorito, se espera que el venezolano esta vez tenga mayores problemas para ganarle a Crolla y encaminarse hacia la batalla de unificación deseada contra García.

La pelea anterior entre estos dos rivales, el pasado 24 de septiembre, fue una verdadera guerra y tuvo en Linares un claro vencedor, además de un nuevo campeón AMB. Luego de 12 asaltos, las tarjetas de los jueces, esa vez, lo favorecieron aunque con diferencias en los márgenes del puntaje: 115-114 (John Keane), 117-111 (Guillermo Pérez Pineda) y 115-113 (Fernando Barbosa).

Para justificar su victoria, el venezolano tuvo el mayor control de la pelea y dominó claramente en los momentos claves del combate: en los primeros y en los últimos episodios de la refriega. El mejor desempeño del británico ocurrió por la mitad del pleito. Fue una justa victoria de Linares, pero no necesariamente la revancha de este sábado mantendrá las mismas características.

Es posible que esta vez el peso de la platea se haga sentir de manera más intensa, es posible que Crolla maneje su estrategia de otra manera basado en el conocimiento que ya tiene del rival y es posible que con otros jueces, aumente el peligro de que la apreciación de la pelea se vuelque hacia cualquier lado. Como sea, Linares es favorito, pero no hay garantías previas como para predecir un “ya ganó”.

Linares, que ya fue campeón en 126 y 130 libras, parece haber encontrado la división de los sueños en las 135 libras. Su paso es convincente, mantiene una racha de diez victorias consecutivas desde el año 2012 y hasta parece haber dejado atrás aquel periodo dramático donde sufrió dos derrotas por KO consecutivas ante Antonio DeMarco y Sergio Thompson, temiéndose incluso que recurriera a la decisión extrema de abandonar el boxeo, debido al efecto de esas dos derrotas sobre su ánimo.