Deontay Wilder demostró este sábado, de forma fulminante, que atraviesa por su mejor momento, mientras que Bermane Stiverne no fue ni la sombra de aquél boxeador que en 2015 le duró 12 episodios a Wilder.

A los 2:59 minutos, luego de enviar a Stiverne en tres ocasiones a la lona, Wilder llegó a 39 victorias en su carrera, 38 por la vía del cloroformo, para mantenerse invicto y encantar al público con sus bombazos en el ensogado del Barclays Center de Brooklyn, Nueva York.

El meteórico triunfo le permite a Wilder labrar el camino rumbo a lo que podría ser una histórica unificación contra Anthony Joshua en 2018.

Wilder se dijo frustrado por la cantidad de boxeadores que iba a enfrentar y no han aprobado sus exámenes antidopaje, lo cual no le ha permitido demostrar que es el mejor del mundo.

“Sé que lo soy, sólo necesito que me den la oportunidad de demostrarlo”, sentenció el de Las Vegas, Nevada. “¡Anthony Joshua, ¿estás listo para la prueba?! Te declaro la guerra”, exclamó Wilder en charla con Showtime.

La posible pelea ante Joshua le daría al mundo del boxeo lo que quiere después de que Wilder arrolló sin mayor problema a Stiverne, primero con un 1-2 del que el de California nunca se repuso, luego con una potente derecha y, finalmente, con un upper de izquierda con el que Wilder acabó su obra.

“Voy a ir a cualquier parte del mundo. Los reyes peleamos con los reyes”, añadió Wilder.

Por su lado, Stiverne, quien quedó sacudido desde el primer derechazo recto del campeón, dejó su marca en 25-3-1 y 21 nocauts y de paso, fue testigo principal de la sexta defensa exitosa del “Bombardero de Bronce”, quien una y otra vez insistió en enfrentar a Joshua en el futuro.

En la coestelar, el ex campeón mundial Shawn Porter (28-2-1, 17 KOs) podrá pedir una nueva oportunidad ante Keith Thurman, campeón Welter del CMB, luego de derrotar por triple tarjeta de 117-111 al mexicoestadounidense Adrian Granados (18-6-2, 12 KOs) en una pelea por el cinturón plata del organismo.