Este Sábado, Mikey Garcia (39-0/30 ko), enfrentara el reto más grande de su vida, cuando enfrente por el título de peso welter FIB al campeón Errol Spence Jr. (24-0/21ko) Un rival poderoso, que lo aventaja casi en diez centímetros, con 1.77 frente a los 1.68 de García, sumado al hecho de subir dos categorías para enfrentar a Spencer Jr.

Según García, el tomó este combate por un asunto de trascendencia en el deporte, es eso lo que lo decidió, ya es campeón de 4 categorías y busca pasar a la historia con una quinta, logro por pocos alcanzado.

Sin embargo, el desafío es enorme, va combatir contra un rival excelente, más alto y más fuerte. García piensa que, si bien el día viernes ambos pesaran 66.600 kilos, en la noche del sábado, es probable que Spence lo aventaje en 7 kilos o más. Sabe que será el más pequeño en el cuadrilátero, y es precisamente esto, lo que lo llevo a tomar nuevos caminos en términos de entrenamiento, y buscar una forma poco tradicional de preparar su combate.

Desde un comienzo la familia García, un entorno totalmente dedicado al boxeo profesional, se opuso a la idea de enfrentar a Spence Jr, ya que era dos categorías superiores, pero Mikey insistió, después venia el tema de cómo aumentar 5 kilos de masa muscular de forma efectiva, cosa que el team García tampoco miraba con buenos ojos, dado que iba a reducir la velocidad, siendo este el recurso más valioso para enfrentarse a Spence.

Entonces, se recurrió a Victor Conte, un personaje con pasado oscuro en los deportes, principalmente por su vinculación a los anabólicos en el béisbol y el atletismo, estando incluso preso en 2003 por venta de drogas deportivas ilegales. Conte ahora totalmente reformado según él, trabaja con suplementos de última generación y entrenamientos de vanguardia. Esta última parte es la que puede ser decisiva, efectivamente García se preparó como nunca antes.

Trabajo en condiciones de hipoxia, en una cámara o domo, especialmente desarrollado, en donde el oxígeno que recibe es de al 14 %, siendo en condiciones normales cercano al 20%, así mismo este domo se acondiciona para simular un entrenamiento a la increíble cantidad de 6000 mil metros de altura. Esto es casi mil metros más que el campamento base del monte Everest, en estas increíbles condiciones, García desarrolla su entrenamiento de boxeo tradicional, paragolpes y aparatos.

Sumado a esto, se trabajó con un preparador atlético, especializado en pruebas atléticas de velocidad, enfatizando los ejercicios de contracción rápida de fibras musculares. Así como también, trabajo con pesas y balones medicinales en circuitos pliometricos.

García comenta que se sintió a ratos muy mal durante este tipo de entrenamiento, pero con el tiempo se adaptó, ya que para él la rutina tradicional siempre se había tratado de correr en las mañanas y realizar el trabajo técnico en las tardes. Esta vez el entrenamiento de alta tecnología de García, lo prepara para una “carrera de fondo” contra, un Spencer con más poder, en el cual la velocidad y el fondo físico, permitan ganar un combate largo y reñido por la capacidad física de ambos.

Toda la apuesta de García es arriesgada, no hay duda de aquello, el trabajo con el “reformado” Victor Conte, el entrenamiento nunca probado en un combate, un rival de dos categorías superiores. Lo interesante de toda esta aventura, es el riesgo. García pudo haber tomado el camino fácil y quedarse en súper ligeros, sin arriesgar un combate con Lomachenko y estar tranquilo en una categoría donde claramente es dominante.

Sin embargo, opto por ser el retador. Si su tecnológico entrenamiento da resultados, sera todo un salto en términos de preparación física para el boxeo y si falla estrepitosamente, caerá en el descrédito como una larga lista de boxeadores que han intentado asaltar categorías superiores y arrebatar el cinturón a sus dueños.

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